Revista Ciencia

Adán y Eva biológicos o el paraíso africano

Publicado el 03 junio 2011 por Pedrolmendez
Adán y Eva biológicos o el paraíso africano  Cuando hablamos de herencia biológica no estamos refiriéndonos a la hijuela, aunque obviamente es la analogía con la herencia de bienes la que ha dado lugar a este concepto tan importante en biología. Como es sabido la herencia biológica se refiere a la transmisión de padres a hijos de las moléculas de ADN (DNA, por sus siglas en inglés), en las que se guarda la información necesaria para realizar las funciones vitales propias de cada especie. La mayor parte del ADN reside en el núcleo celular, esta idea  se subraya al estudiar la mitosis, la meiosis, la fecundación, las leyes de Mendel, etc. Sin embargo, no todo el DNA está localizado en el núcleo porque hay DNA citoplasmático y éste se transmite de modo diferente al nuclear.
Herencia de DNA citoplasmático
  En las células humanas la mayor parte de este otro DNA se encuentra en las mitocondrias que son unos orgánulos muy especiales porque crecen, se reproducen y se mueven por el citoplasma de forma autónoma, aunque dependiendo del genoma nuclear para buena parte de su actividad. Otra peculiaridad de estos orgánulos es que se  heredan sólo por vía materna; es decir, las mitocondrias de nuestro cuerpo descienden de las de nuestra madre, las de ella descienden a su vez de las de su madre, y así durante generaciones, aunque como en tantas cosas tenemos excepciones y ocasionalmente durante la fecundación, aparece alguna mitocondria de origen paterno que pasa a convivir con las decenas de miles que aporta el óvulo. Resumiendo, esta información genética no se hereda de acuerdo a las leyes de Mendel.
Eva mitocondrial
  En el año 1987 un equipo de investigadores norteamericanos decidió seguir el rastro. Tenían claro que las mutaciones o cambios en la información genética mitocondrial, cuando se transmiten a la descendencia, lo hacen con tasa prácticamente constante; de ahí el concepto de reloj molecular. En este punto es preciso aclarar que bastantes investigadores discrepan de esto y no creen que la lectura obtenida de los relojes moleculares sea tan fiable. Este equipo de científicos, dirigidos por Allan C. Wilson, se dedicó a analizar el ADN mitocondrial en diferentes poblaciones humanas. La mayoría de las mutaciones son neutras y van pasando de generación en generación dejando un rastro que permite  establecer genealogías según linajes. Inicialmente el equipo tomó muestras de 147 personas procedentes de 5 poblaciones diferentes, y descubrieron que todos tenemos una antepasada común. Entonces estimaron que esta mujer vivió hace 200.000 años. Todos nosotros, los casi 7.000 millones de individuos de nuestra especie, descendemos de esta mujer. A esta mujer se la llamó Eva mitocondrial, por analogía con la mujer de la pareja humana original que aparece en la Biblia. En trabajos posteriores se muestrearon más poblaciones humanas, algo que luego otros equipos de investigadores han ido ampliando hasta el estado de las investigaciones en el momento actual en el que se ha establecido la filogenia de numerosos linajes. Técnicamente se llaman haplogrupos, esto es, grupos de haplotipos o dicho de otro modo: grandes agrupaciones de alelos ligados. Para clasificar los haplogrupos se emplean, “single nucleotide polymorphism” o SNP. Son mutaciones consistentes en variaciones sencillas de nucleótidos en la secuencia de ADN, por lo que dos ejemplares humanos no emparentados no pueden presentar el mismo haplotipo. Si se estudian los SNP’s de una población se establecen grupos emparentados entre sí y en conjunto, de este modo se van siguiendo los haplogrupos de los antepasados. Por ejemplo, el año 2009 un equipo de científicos de los Países bajos estableció el árbol filogenético de toda la variación del DNA mitocondrial humano. Los científicos que trabajan en el tema, para evitar todo tipo de malentendidos, en sus trabajos prefieren llamar a la primera mujer: ancestro matrilineal común más reciente.

Adán cromosómico-Y


  Al hacer estudios similares con el cromosoma Y (este ADN si es nuclear), que sólo se hereda patrilinealmente,  se descubrió lo mismo, esto es, que también hubo un primer varón del que descienden todos los cromosomas Y. Los primeros estudios concluyeron que este Adán vivió hace entre 60.000 y 90.000 años, sin embargo desde el pasado jueves 19 de mayo esto ya no es así. Un estudio publicado en la prestigiosa “The American Journal of Human Genetics” por Cruciani et al. revisa la raíz del árbol filogenético humano para el cromosoma Y humano de modo que ahora la antigüedad del Adán cromosoma Y se ajusta a unos 142.000 años. Después de este trabajo ya no está tan claro que Adán y Eva nunca se conociesen, igual resulta que la Eva era la abuela de Adán, o se conocieron de vista en una migración, o nunca se vieron, a saber...

Vivieron en África hace 140.000 años


  Las estimaciones originales sobre las fechas en las que viveron estos Adán y Eva de la biología se han ido modificando mediante estudios cada vez más exhaustivos en este punto de la datación. En 1995, el equipo de Satoshi Horai, precisó aún más la antigüedad de la Eva mitocondrial. Sus resultados fueron publicados en PNAS e indicaron que esa mujer vivió en África hace 143.000 +/- 18000 años. Siguiendo con la analogía religiosa el paraíso terrenal biológico estuvo en África.  Estas fecha son muy próximas a las que arrojaron inicialmente los datos paleontológicos encontrados en el sur de Etiopía, los hombres de Kibish, datados en 130.000 años el origen de nuestra especie, sin embargo ahora otros estudios apuntan a 195.000 años. El establecimiento de la genealogía permite también situar geográficamente el origen en África suroriental, en una amplia zona que se extiende entre los actuales estados de Zambia, Malawi, Zimbabue y sur del Congo para la Eva mitocondrial. Al linaje mitocondrial original humano se le llama L, siendo L0 el haplogrupo mitocondrial más antiguo. Su frecuencia actualmente es más alta en los pueblos khoisan (ver fotografía de la cabecera) que habitan en el sur del continente africano. Para el Adán cromosómico-Y el haplogrupo más antiguo se llama A y se encuentran diferentes sublinajes A con frecuencias dispares en África, que  resultan máximas en un alargada área que va desde Sudán del sur hasta el norte de Sudáfrica, curiosamente también es bastante frecuente en los pueblos khoisan, luego vienen los más modernos haplogrupos B, C, etc. En todo caso, tanto los DNA mitocondriales como los de cromosoma Y africanos muestran entre sí una mayor diversidad genética que la observada en el resto de poblaciones, por lo que no cabe duda que las poblaciones africanas son las más antiguas.
  Todavía es problemático entender detalladamente cómo se origina una especie, por lo que entender cómo se originó la nuestra se vuelve aún más complicado. Esqueletos similares al nuestro se encuentran en la comentada región africana en épocas previas: Homo rhodesiensis, Homo helmei, híbridos diversos, etc. ¿ Descenderá toda la humanidad de una pequeña población de simios de otra especie del género homo en la que se originaron en unos siglos o unos pocos miles de años estos dos individuos ? (hipótesis poligenista). ¿ O será nuestro origen exactamente una pareja que vivió en África suroriental hace entre 140.000 y 200.000 años ? (hipótesis monogenista).
  Al especular cual pudo ser el momento inicial de nuestra especie hay algunos descubrimientos realmente interesantes, por ejemplo, en 2007 se descubrió en Senegal un  grupo de chimpancés en el que las hembras cazaban gálagos con lanza (los machos lo hacían a mano), ¿ será que nuestra Eva mitocondrial nació en un pequeño grupo de homínidos que había adquirido alguna destreza  que les facilitó la expansión ? Realmente, aún no se conocen estos detalles, pero de lo que podemos estar seguros es que la Ciencia ha localizado cronológica y geográficamente el origen de nuestra especie : de 140.000 a 200.000 años en África suroriental. Pocos miles de años después África estaba poblada por numerosos descendientes de la Eva mitocondrial y del Adán cromosoma Y. Hoy en día los pueblos khoisan conservan los haplotipos más antiguos de nuestra especie.

El misterio es lo más interesante de la Ciencia

  Hay una tendencia frecuente a mezclar conclusiones científicas con enseñanzas religiosas. El problema es pretender que el Adán y la Eva bíblicos sean los mismos  individuos a los que llamamos Adán cromosoma Y y Eva mitocondrial. No tienen nada que ver. Se toma esta analogía porque es la que tenemos más a mano, de hecho es irrelevante si formaron pareja o no, aunque lo más probable es que no. Puede que nunca lo sepamos, pero si no fuese por misterios como este la Ciencia sería muy aburrida.
  Un saludo

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