Revista Cultura y Ocio

Adaptation.

Publicado el 24 junio 2011 por Zeuxis


ADAPTATION.
ADAPTATION.
ADAPTATION.Seamos pavorosos, con la película Adaptatión del gran director Spike Jonze se da la relación real con los personajes ficticios, quiero decir con esto que a partir de Adaptatión la ficción es invitada a los premios de la academia para recibir una estatuilla, Donald, hermano de Charlie Kaufman el gran guionista de Hollywood, es simplemente un personaje ficticio, elaborado como estrategia para plasmar ciertas pulsiones reprimidas de la pasión humana, sin embargo, en la entrega de los premios este tipo poco convencional y entusiasta es nominado como co-autor del filme. Un caso realmente pavoroso, no me imagino a  Nicolas cage entrando y saliendo de una cabina telefónica para poder como Supermán o Kent ser dos personas al mismo tiempo en dicha entrega o mejor aun, siendo más realistas, no me imagino lo que pudo pensar Charlie cuando nominaron a Donald, su hermano, como mejor escritor de guiones, cosas increíbles están sucediendo. En American splendor un personaje de comics sub-culturales es representado por un actor que lleva al limite la monotonía de la vida postmoderna, sin embargo sabemos que este actor nunca será en realidad ese personaje ficticio, que dicho personaje jamás lo veremos subiendo a dar las gracias por una nominación a un premio. Adaptatión rompe con todas las reglas, irrumpe con cierta ya no hipertextualidad sino con una interrelación utópica entre la realidad y la ficción, no sólo se trata de este hecho inenarrable sino que la película entera es un marasmo exquisito de perplejidades donde la ficción se introduce en la realidad concentrándola, haciéndola más verosímil. Veamos bien el asunto. La película esta basada en un libro, el libro a la vez está basado en un artículo de una revista que la misma autora del libro publicó años atrás. Ahora, Charlie adapta dicho libro y crea el guión, sin embargo Charlie rompe con las reglas, no adapta solamente el libro sino su propio momento, ese presente en que le es encomendado adaptar una novela para el cine, el guion entonces deja de ser una simple adaptación y pasa a convertirse en una teoría paradójica de dos historias que se cruzan, el guion comienza a hablar del libro, comienza  a adaptar el libro, vemos como el tipo enamorado de las orquídeas va internándose poco a poco más en los fangos floridos de su propia pasión, vemos su drama, pero esto es solamente una secuela, es algo que viene después; lo que vemos realmente es al propio Charlie enfrentándose contra su crisis creativa, la película comienza con la situación real, Charlie está adaptando un libro, pero hay una barrera en su escritura y entonces la historia que va a adaptar comienza a meterse en su realidad con todos sus personajes, primero es la escritora, interpretada por la bella Meryl Streep, en esta película vemos a una Meryl en toda su madurez, con el aura maravillosa de su interpretación en Manhattan y que parece no envejecer, esta vez la rubia de la sonrisa misteriosa entabla un a verdadera representación de la neurastenia de una mujer desencantada. Charlie es avasallador, no solo juega con meterse en la película sino que  va introduciendo, adaptando a su propia situación creativa los personajes que rodean toda su problemática de adaptación, así es como entra en juego la escritora, luego el personaje del libro caracterizado por el fenomenal Chris Cooper y por último nos propone lo imposible que va más allá de lo imposible, la concreta relación con un hermano ficticio que desencadenará como en Amores Perros la escena volcánica, ese encuentro de todas las historias que provoca el clímax escénico donde lo real y lo ficticio son devorados por la pasión, por el sistema límbico, por el cocodrilo de sus propias pulsiones desamparadas, tal y como lo lograra Kim Ki-Duk en Time.Una hermosa y atroz evidencia de nuestra situación actual donde las redes sociales, los juegos de roles, las realidades simuladas y demás han logrado ya no ser parte de nuestras vidas sino que han logrado involucrarse en nuestros propios laberintos conllevándonos a la despersonalización total, en la Universidad conocí a un tipo que le encantaban los juegos de roles, al final su rol de hombre lobo lo atrapó por completo y años después pude verlo aullando por las calles sin tener conciencia de que todo era un juego. Bruce Willis en una película que lleva como titulo en español el Sustituto plantea esta inhumana paradoja del hombre que busca remplazo en la ficción, en clones que puedan sustituirlo y darle un respiro de libertad sin embargo esos sustitutos comenzaran a tener voluntad y lo conllevaran a su propia destrucción. En Primer una de las películas más extraña de todos los tiempos, unos chicos nerds construyen una maquina del tiempo donde el cambio de eventos hace que comiencen a multiplicarse copias de ellos mismos creando destinos casi infinitos que al final no podrán controlar. Una legión de muertos de si mismos es ocultada en el altillo de sus hogares mientras sus vidas van desmoronándose hacia el delirio. En yo Robot, la distopía gobierna los sueños conllevándolos hacia la realidad, un esquema básico que traza toda la trama también de Minority report o de Donnie Darko o del caso maravilloso que ejecuta David Linch en Carretera perdida. Sin embargo el tratamiento que Charlie aplica a su guion no sólo entrama estos procedimientos de duplicación, sustitución, irreversibilidad y mezcla de la realidad-ficción sino que estructura una manera ucrónica de contar ya no el pasado sino el presente mismo, no adapta, modifica el presente en el presente, involucra un tratamiento de aporía donde la realidad se rompe al no poder contener lo que antes era imposible; lo que construye es una maquina para  mantener las versiones en el instante de un posible escapismo a uno mismo, elabora una esplendida falacia para hacer creíble la suma de todos los hechos. Charlie hizo posible su historia dentro de un  tiempo que fluye a la par con la realidad, que postula ya no un paralelismo con el río absoluto del tiempo sino que suministra la posibilidad de generar un diagrama que confluya y recorra dentro de nuestra propia vida la versión imposible de nuestros sueños. El pavor entonces está en lo que viene, las pesadillas andando por las calles invitadas a las fiestas en lugar de nosotros porque quizás puedan generar mejor simpatía que la que nosotros mismos podemos dar. Llaman, con sobriedad, a Charlie, el guionista de Cómo ser John Malkovich, nominado en esta ocasión al Óscar de mejor guion adaptado, un momento, no sólo lo llaman a él, están pronunciando el nombre de Donald Kaufman, con entusiasmo. Insólito.

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