Revista Cultura y Ocio

Adelgazar leyendo

Por Mientrasleo @MientrasleoS

Adelgazar leyendo
     Se acerca el verano y las calorías empiezan a estorbarnos. es el momento en que los gimnasios hacen miles de fichas de nuevos socios que, pasado el primer mes, no regresan. Y también es el momento en que la gente se aficiona a las dietas, cualquiera vale, las del amigo que come piña, la vecina que come los alimentos por colores, la famosa que usa verduras de forma alfabético... y los libros de dietas.
     Sabemos que si damos un beso quemamos unas 20 calorías, que si hacemos el amor de pie la cifra se dispara hasta las 400, una hora de paseo son 150, veinte minutos de paseo rápido (lo normal si nos levantamos pensando en quemar las calorías de pie es que perdamos el autobús) quemamos 200 mas. Correr una horita (horaza) quemaría 1300 (el que dijo eso de que hacer el amor es como correr 5 km era un optimista o un mentiroso ¿?).
     Y ahora viene mi gran duda, ¿y leer?, ¿quema calorías? Porque entre las dietas de unos y otros hay montones de libros de dietas que la gente compra para aprender a comer o dejar de hacerlo como si comprar un libro les fuera a suponer bajar una talla. Y no lo tengo yo tan claro... sobre todo cuando veo al autor en la portada sonriendo con una prominente barriguita. No se, no me convence del todo. Así que me puse a investigar la forma de adelgazar leyendo. Con libros es fácil, puede uno hacerse unas pesas culturales, o escaleras, usarlos de mancuernas... pero eso no es leer, eso es ser creativo (siendo igual de optimista que el de los 5 km).
 
     Os diré entonces que pensar quema calorías, así que mientras habéis estado leyendo esta entrada y calculando a qué hora hay que levantarse para dar un beso, tener un rato de sexo que nos haga salir a trabajar dando un paseo, perder el autobús por el tiempo invertido (bien invertido, no digo que no), echar una carrera para no llegar tarde y comernos un pincho a media mañana sin cargo de conciencia (no nos ha dado tiempo a desayunar entre tanta carrera), habéis quemado alguna caloría peregrina. Sólo por pensar. Es decir, que engorda mas ver la tele que leer un libro (sobre todo ciertos programas que requieren directamente cerrar el quiosco de pensar).
     En todo caso... y si queréis adelgazar leyendo, os recomiendo que hagáis como Firmin (una rata que se alimentaba de libros) y comáis mucha fibra. La verdad, no se me ocurre otra manera.
     Yo no tengo en casa libros para dejar de comer, o de fumar, o de morderse las uñas (seguro que existe). Y vosotros, ¿habéis sucumbido alguna vez a este tipo de libros?
     Gracias.

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