Si me dieran 1$ cada vez que alguien se ha sorprendido cuando digo que viajo sola y 5$ cada vez que me han llamado valiente me podría comprar una casa. Pero yo no me considero valiente, ni imprudente, ni atrevida o diferente así que voy a desbancar algunos mitos que corren por ahí:
1- No me han violado, jamás. Parece que por ser mujer viajando sola me tengan que violar. Es lo que parece querer decir la gente cuando te preguntan “Y no te ha pasado…. Nada?” Pues no! No es así, ni me han violado, ni me he sentido amenazada. Ya sé que saltan a las noticias casos de mujeres de vacaciones violadas y todos nos ponemos las manos en la cabeza. Pero sin tener datos a mano estoy segura que hay más mujeres maltratadas y violadas por sus propios maridos que de vacaciones. Y curiosamente la gente no deja de casarse.
2- No me han robado estando de viaje. Seguramente porque estoy mucho más atenta a mi entorno que cuando estoy en casa donde sí me han robado varias veces. Si alguien me ha dado mala espina me he cambiado de asiento, he seguido caminando o he buscado alternativas. Me pueden robar mañana pero aun así me habrán robado más veces en mi casa que fuera.
3- Nunca me han mirado mal en un restaurante por comer sola. Y si lo han hecho no me he enterado porque estaba muy ocupada disfrutando de la comida, leyendo, escribiendo o cualquier cosa menos preocuparme de lo que otros piensan de mí. No entiendo porque la gente tiene tanto miedo a comer sola.
4- ¿No tienes miedo? Tengo miedo a que me piquen las avispas, a que un kraken me trague cuando estoy en el agua y a morir de hipotermia cuando hace menos de 10ºC (Sí, soy una friolera) pero de qué voy a tener miedo viajando sola?
5- No me he sentido sola. Creo que los que creen eso no han ido nunca de viaje solos. ¿Creéis que alguien se puede sentir solo compartiendo habitación con 9 personas más, sala de estar con 20 personas, transporte con otras tantas o simplemente visitando sitios concurridísimos de gente? Cualquiera de esas personas es un potencial amigo listo para empezar una conversación sólo con preguntar de dónde eres. Es cierto que he echado de menos a amigos y gente en concreto pero, para una introvertida como yo, he pasado más tiempo pidiendo un momento de soledad que buscando gente.
5- ¿Y no te aburres? De mí misma!? Pues tampoco. De hecho todavía no entiendo como no me da tiempo a hacer todo lo que quiero hacer y siempre acabo con listas interminables de cosas pendientes.
6- ¿Y si te pones enferma? No sé vosotr@s pero si yo me pongo enferma quiero meterme en la cama, dormir, tomarme las medicinas, dormir, taparme con la manta, dormir y que se pase pronto. Así que por mucho que aprecie una mano amiga o esté de bajón ni un millón de amigos van a poder ayudarme. Mejor me meto en la cama o llamo al médico y dejo que pase.
En general además he observado como muchas veces por ser mujer me han ayudado. Por ejemplo el chico que se quedó una hora esperando un autobús a las 2 de la madrugada en Londres sólo para “protegerme”, dudo que eso lo hubiese hecho por un hombre. Así que, por favor, a todas las mujeres de cualquier edad del mundo no dejéis que mitos machistas e infundados os coman la cabeza, podéis hacer lo que queráis y si queréis viajar solas informaros sobre la cultura local, coger la mochila y me lo contáis. Vuestra mejor arma es el sentido común.