Revista Sociedad

Adiós ZP, adiós

Publicado el 21 enero 2012 por Alejandropumarino

Adiós ZP, adiós

La memoria del leonés errante sigue presente, como el temor que inspira lo que pueda desarreglar desde el Consejo de Estado, o donde esté, que tanto da. En Somosaguas viven los socialistas de Visa platino y traje de Armani solidario con cuatrocientos euros de ayuda a parados de larga duración y SICAVs para que los privilegiados no dejen de serlo. Si lo nombrasen presidente de su comunidad de vecinos, terminaría por convertirlo en Villacajón este Midas a la inversa, o como sea. Algo tiene de bueno: Zapatero no es mal parecido; en sus discursos puede uno bostezar entre dos palabras cuidadosamente elegidas para decir menos de lo que sabe, que es poco; pero D. José Luis el del talante, tiene planta y eso también da votos. No le sucede lo mismo al capitán descamisado del Costa Concordia, que se bajó a tierra antes de tiempo porque la solidaridad bien entendida empieza con uno mismo y no le vamos a enseñar los quehaceres de un marinero profesional. El Sr. Schettino cobraba por hacerse una foto a su lado, si es que alguien pretendía conservar el recuerdo de un deslustrado capitán, mientras Zapatero repartía rosas, besos y fotografías con diligencia y frialdad calculada. El expresidente no estaba en el puente, pero perfectamente podía haber formado parte del pasaje, porque resultó gafe con todo y para todos: Apostó por Segolene Royal y crucificó a Merkel; prometió el pleno empleo y tampoco es de la cuerda de Sarkozy. Calificó de antipatriota a quien hablase de crisis y nos ha tenido al borde del rescate, mientras decía que empezábamos a salir de esta situación; largo y tortuoso comienzo que lleva barba y tiene pinta de gallego. Schettino se va a la cárcel por su irresponsabilidad, pero otros se han ido de rositas; así es la política.

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