En el marco de los anteproyectos de la Ley de Protección al Menor se introduce la denominada adopción abierta, una fórmula en la que se permitirá que los niños adoptados mantengan contacto y relación con sus familias biológicas. El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad propone dos anteproyectos de ley, con ellos se pretende modificar trece leyes relacionadas con la protección de la infancia, sobre todo temas relacionados con las adopciones, la violencia de género y el abuso sexual.
Además de la adopción abierta, esta reforma va a permitir que un menor no tenga que repetir la declaración ante un juez cuando haya sido testigo de un proceso judicial o una víctima. Con esta medida se pretende evitar el daño y trauma que ocasiona tener que contar en varias ocasiones su relato, ya sea por haber presenciado una agresión o por haberla sufrido.
Son varios los puntos a destacar de estos anteproyectos de ley que persiguen volver a cambiar algunas leyes, pero hoy queremos centrarnos sobre todo en la legislación de la adopción abierta. Como decíamos, el menor podrá tener contacto con su familia biológica, un juez podrá decretar este tipo de adopción siempre que el niño (si tiene capacidad de decisión), la familia adoptiva y la familia biológica estén de acuerdo.
La adopción abierta ya se planteó el año pasado, entonces se explicaba que este tipo de adopción es incluida en la legislación desde hace unos años por países como Estados Unidos o el Reino Unido, con su inclusión en la legislación española nuestro país se igualará a otros. Algunos expertos están a favor de esta nueva opción, otros están en contra, se argumenta que la adopción abierta debería contemplar algunos puntos, como que no debería ser abierta desde el inicio, ya que la presencia de la familia biológica dificulta el proceso de vinculación entre el niño y la familia adoptiva.
La familia biológica puede convertirse en un elemento de tensión provocando un conflicto de lealtad en el niño. También se indica que se debe considerar una edad mínima que garantice que el pequeño sea lo suficiente maduro, a fin de garantizar la integración entre las dos realidades familiares. En este caso la edad puede variar, ya que el desarrollo y madurez de los niños varía, es de suponer que un grupo de expertos debería llevar a cabo el análisis correspondiente.
Otros expertos consideran que un niño puede entender perfectamente que tiene dos padres y en ello no hay nada negativo, consideran que el único aspecto negativo es la inseguridad que esta opción podría provocar en la familia adoptiva. Quizá el menor terminaría queriendo irse con su familia biológica, también puede darse el caso de que el pequeño realice comparativas entre ambas familias, pero lo importante son los lazos afectivos que se crean, sea con una u otra familia. Aunque la idea propuesta sobre la adopción abierta puede ser buena, en muchos casos no va a ser factible.
En los anteproyectos se contemplan varias medidas y cambios que merecen nuestra atención, como la entrega en adopción de recién nacidos, las madres tendrán hasta seis semanas para firmar un único consentimiento con el propósito de simplificar trámites. Anteriormente se realizaba una primera firma a los 30 días y otra a los seis meses. Con respecto a los menores de tres años, la nueva regulación establece que si quedan en desamparo no vivirán en centros públicos, sino con familias de acogida, en este sentido hay cambios que afectan a las familias de acogida. De todos estos puntos hablaremos próximamente, esperaremos también a conocer con detalle todos los puntos que contempla el borrador que hace referencia a la adopción abierta. Podéis conocer más detalles de la noticia a través de este artículo publicado en Antena 3.
Foto | Sabianmaggy
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