La viuda de Jose Javier Mugica, Adoración Zubeldía sostiene la mirada con el jefe de ETA, Txapote, y jefe del comando que asesinó a su marido. Minutos antes relataría por segunda vez el hecho terrible de la muerte de su marido dentro de la furgoneta ardiendo.Se repitió la declaración porque en la vez anterior un indiscreto micrófono dejó traslucir el pensamiento de la juez Murillo sobre la jacarandosa, engreída y desvergonzada actitud de los asesinos en el tribunal: un "y encima se ríen estos cabrones", la ubicó por propio prurito profesional fuera del juicio para no poner en peligro la objetividad requerida. En esta segunda declaración la viuda no perdió la oportunidad de cruzar la mirada con los asesinos de su marido; esos genocidas en pequeños fascículos que atenazaron a todo el pueblo vasco y ejercieron de fuerza fascista de terror en España creyéndose poseedores de una legitimidad que al fin y la postre era solo la de la pistola frente a quien no la tiene.Por supuesto el engreído e inmoral Txapote tuvo que bajar la mirada porque el terror, la inmoralidad, la falta de vergüenza del asesino no resiste la mirada del inocente, de la madre, la esposa, la vecina, la amiga, la tía, la abuela. Ha de actuar como un Eichman redivivo que mudo admitiera su "obediencia debida" respecto a su idea excluyente en un juicio frente a las víctimas rque reclaman su derecho con el daño realizado en la mano como verdad suprema.Esa mirada, que recupero en la foto, es la que nos tiene que recordar que todas las víctimas de ETA son, en realidad, víctimas en un genocidio maximalista y continuado que el terror de ETA ha perpetrado de manera matemáticamente controlada en el País Vasco y en España. Para crear un país a su imagen y semejanza, para crear un terror y un horror que haga a muchos huir y a otros morir y crear una idea de lo propio y lo ajeno que es lo que está alineado y enseñado en este momento. Como vemos la victoria policial y judicial contra el extremo manchado de sangre no ha conseguido que su espiritu de serpiente no percole en la sociedad vasca sembrando un exclusionismo que no tiene que ver con la independencia y si con el odio al extranjero (erderun). Ese espíritu fascista, no muy alejado del de Adolf Eichmann, proveniente del más puro corazón infernal de la dictadura es el que enfrenta la viuda. El horror de quienes aprietan el gatillo, ordenan la muerte y se ven favorecidos por los anteriores, todos ellos genocidas con nombre.En los ojos de Adoración Zubeldía ojos aparece esa realidad eterna del inocente, del golpeado, del insultado, del injuriado, del que porta un brazalete con una estrella de David, del que ha sido expulsado, herido, dañado. Una viveza en su mirada, un intentar entrar en el corazón y el cerebro del malvado y un dejar sin habla a quien además de ser un asesino no puede tener ningún argumento para no sentirse un miserable el resto de su vida. Es, una madre de Mayo, de un mayo vasco que huele a paz pero en el que el resonar del disparo y el chasquido de la carga de la pistola aún resuena y reverbera en las calles.El presunto desafío de la mirada, respuesta a la estupidez inmoral de los asesinos, solo representa una realidad palpable: la democracia vence al terror aunque en pequeñas batallas, en pequeñas píldoras de dolor, sean suministradas por unos pocos: las víctimas por eso no debemos dejar que el terror administre los tiempos y las palabras de paz como ha negociado los de la violencia, sería hacerles el último juego. Debemos, como el caballero de Durero mantener el paso a pesar de que la muerte y el horror nos recuerde, en la persona de las víctimas, lo vivido, el correr mucho no nos asegura llegar antes a lo que queremos. No nos dejemos seducir por los cantos de sirena de una ley de punto final que repetirá la "falta de memoria" tras la dictadura de Franco y traerá todos los problemas que ha acarreado en Argentina.Terror y violencia, moral y futuro. Recuerdos del día de mañana.Imagen: http://www.madridpress.com/noticia/128513/%C2%A0/viuda-m%C3%BAgica-sostiene-mirada-acusados-matar-marido.htmlImagen: http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Duerer_-_Ritter,_Tod_und_Teufel_(Der_Reuther).jpg
Despierte el alma dormida, avive el seso e despierte.
A fin de cuenta sino pensamos y vivimos para que queremos estar.
Los pensamientos de hoy son recuerdos del mañana que tenemos hoy.