Acabo de leer que el PIB Chino es superior al de la Eurozona y que en 2030, o sea en poco tiempo, será igual al de Estados Unidos y Europa juntos. Sin ser un economista, ni un mago de las finanzas, ni un gurú de la macroeconomía, puedo colegir fácilmente que para esa época vendrá una crisis mundial peor que la actual, ya que el acelerado ritmo chino les llevará por caminos que muy bien estamos conociendo hoy. Se dirá entonces que los chinos han estado "viviendo por encima de sus posibilidades", una frase absurda que no es más que un instrumento utilizado por politicuchos y brujos financieros, los mismos que ayer negaban la crisis, y aseguraban que la banca española era la crème de la créme europea.
La famosa frase que se inventaron para justificar sus desmanes, abusos, despotismo y tiranía que aplican con la misma facilidad con la que lo hiciera nuestro vecino Adolf en tiempos recientes; o alguien duda que para los campos de exterminio nazi sus jefazos no dijeran: "Hacemos lo que no nos queda más remedio que hacer, tanto si nos gusta como si no".
Hoy me encuentro en la calle a muchos que se tragan el cuento de que no hay más remedio, de que no hay más alternativas; tenemos que hacer lo que dice Rajoy (o lo que a él le dicen que haga) para salir de esta crisis heredada de gobiernos anteriores, es decir, hay que repetir la historia porque es más cómodo, da mucha pereza salir a la calle a protestar y gritar que no nos gusta lo que está sucediendo. No es un suicidio o dos, son millones de casos en los que se pierde la dignidad; no son campos de concentración pero si es la pavorosa pobreza.
El sistema da asco, es nauseabundo, está completamente podrido y simplemente vomitamos y seguimos adelante poniendo un poco de ambientador.
Basta ya! Personalmente no quiero seguir adornando y perfumando la TINA (There Is No Alternative) como quieren los que se benefician de este sistema; estoy seguro de que hay otras alternativas, exijamos que se adopten éstas y no las que nos están llevando hacia el abismo insondable al que se tendrían que afrontar nuestros hijos y que les llevaría a vivir en carne propia la peor de las películas futuristas.