adriana macias biografia
Si vives en México, probablemente estarás familiarizado con la historia de este gran ejemplo de superación como lo es Adriana Macías Hernández.
Como apasionado del desarrollo personal, del éxito y la superación, es un placer para mí poder compartir la biografía, aunque sea un poco breve, de una gran mujer que a pesar de sus limitaciones, supo enfrentar con valentía todos los obstáculos y vencerlos, hasta llegar a la cima de la realización personal.
Los Primeros Años
Adriana es una mujer natural de Guadalajara, México. Nació un 25 de abril de 1978, en medio de una familia modesta.
Al nacer Adriana en aquella primavera de abril, Sus padres don José Manuel Macías y doña Guadalupe Hernández tuvieron que enfrentar un momento muy duro al enterarse de que su segunda hija había nacido sin brazos.
Sin embargo, Adriana Macías tuvo una infancia feliz, aún cuando sus padres desconocían cualquier información o tratamientos para el cuidado de personas con discapacidad.
Esto permitió que sus padres educaran a su hija como una persona normal, sin necesidad de tratarla como una persona discapacitada. Y por lo tanto, sería fundamental para fortalecer la autoconfianza en la pequeña Adriana.
Aún así, su madre Guadalupe le insistía desde niña en ponerse unas prótesis que parecían unos garfios, según comenta ella: “¿Cómo voy a usar esos garfios que trae el malo de la película?” “Yo quería ser la princesa del cuento; prefería usar una tiara, un vestido largo, unas zapatillas de cristal y bailar a lo largo y ancho de un majestuoso salón”.
Los amigos de la escuela le preguntaban el por qué no tenía brazos y ella contestaba que ya le saldrían, así como cuando se te caen los dientes de leche y te salen otros de nuevo.
Enfrentar La Dura Realidad
Pero lo peor fue en la adolescencia, cuando tuvo que enfrentarse al espejo y a la realidad de que ese sueño de poder tener unos brazos como cualquier persona normal, era sólo una fantasía.
Después de muchas depresiones, llantos y muchos miedos que superar, Adriana por fin recobraría las fuerzas enfrentándose precisamente a sus propias debilidades. Y así fue como decidió cursar la carrera de Derecho y no conforme con eso, hizo una maestría en Recursos Humanos.
Adriana supo seguir adelante, gracias al apoyo de sus padres y su querida hermana Eloísa.
La Decepción Inesperada
Pero tendría que enfrentar una nueva depresión cuando, el mismo día de su casamiento, un ex novio anula la boda debido a su discapacidad: “Con toda la ilusión de tener familia, en el 2001 estuve a punto de casarme, imagínate, te dan anillo de compromiso y tú ya te ves con tu vestido, 1500 invitados, una boda súper sencilla, pero el chico con el que me iba a casar de repente me dice ¿Sabes qué? La pensé muy bien y no me quiero casar con una persona con discapacidad ¿Qué tal si mis hijos nacen como tú?”.
Fue uno de los momentos más duros en la vida de Adriana. Y a pesar de tener que seguir dando conferencias para motivar a otras personas, su vida se había derrumbado por segunda vez.
Una Nueva Oportunidad: La Esperanza Del Guerrero
Pero sin embargo, las puertas de la felicidad se asomaría de nuevo en la vida de Adriana, al conocer al que sería su actual esposo Juan, quien trabajaba en ese momento en un albergue para niños discapacitados: “Obviamente pasé días muy tristes, lloraba y mucho, pero un día se acabó el llanto y pude darme cuenta que debía levantarme y buscar de nuevo el amor en mi vida: Juan Medina, es ese regalo hermoso”.
Con dos libros en su haber, hoy en día Adriana es abogada, escritora, conferencista tanto a nivel nacional como internacional, feliz esposa, motivadora, emprendedora y exitosa mujer, que a pesar de haber nacido sin brazos, posee un gran don maravilloso de inspiración para todos los hombres y mujeres de este pequeño planeta azul llamado tierra.
Espero que te haya gustado esta corta biografía de una impresionante mujer como lo es Adriana Macías Hernández. Un ejemplo de superación, en toda regla.
Un abrazo
Alexander Chinea