Afectades Vacuna Covid-19 es una asociación de personas que sufren reacciones adversas graves tras ponerse dichos tratamientos preventivos. Están afincadas en Cataluña y Comunidad Valenciana y se expanden por todo el país. Están sufriendo el olvido de la Administración y se han propuesto reclamar sus derechos. Les entrevistamos.
-En primer lugar me gustaría que te presentaras de manera breve y nos narraras tu caso.
Soy Laura Joanpera, tengo 40 años y con patologías previas (alergia y sensibilidad química). Sufrí anafilaxis con una aspirina infantil, estuve en la UCI grave. Imaginaros el miedo que tuve cuando me citaron en el hospital Vall Hebron para ponerme la primera dosis de la vacuna Covid (6 de julio de 2021).
Estaba en un entorno hospitalario con más pacientes con patologías parecidas a la mía con un equipo médico que nos medían las constantes. Cuando me pincharon, automáticamente mi brazo y mi pierna derecha empezaron a dormirse (entumecimiento y calambres). Los sanitarios no le dieron importancia y me dieron el alta a los 40 minutos.
Esta situación empeoró a las tres semanas. Fuí a Urgencias del mismo hospital dos veces y no lo relacionaron con la vacuna.
Contacté con mi doctora y ella fue la que me dijo que era una reacción adversa de la vacuna y por tanto, que el día que tenía que ponerme la segunda dosis no me la pusiera y fuera al departamento de medicina preventiva (fueron los que valoraron vacunarme ya que consideraron que habia mayor beneficio que riesgo).
El equipo de medicina preventiva me diagnosticó una neuropatía periférica provocada por la vacuna y me dieron tratamiento específico. Dejé de caminar, mover brazos, cara dormida, opresión en el pecho y mi cuerpo dejó de regular la temperatura corporal.
En pleno verano, estaba con mantas, tenía mucho frío. Pero si me exponía al sol, sentía como si me arrancaran la piel a tiras. El 13 de enero volví a tener un brote y con nuevos síntomas añadidos a los anteriores: taquicardias y arritmias, ahogo al hablar, fatiga extrema, inestabilidad.
Acabé ingresada durante seis días en dos veces. Se hicieron varias pruebas y actualmente sigo pendiente de otras más. Estoy de baja laboral. En breve formaré parte de un estudio clínico con otras personas afectadas del colectivo.
-¿Cuántas personas os habéis reunido en torno a vuestro grupo? ¿Hay patrones comunes entre ellas?
Somos un colectivo de personas afectadas debido a la administración de la primera, segunda o la tercera dosis de la vacuna contra la Covid-19 (Pfizer-BioNTech, Moderna, Janssen y Oxford/AstraZeneca), básicamente de Cataluña y Valencia.
Estamos organizándonos para crear grupos en cada comunidad autónoma para una mejor optimización de recursos y esté liderado por un portavoz en cada una de ellas.
Los portavoces de todas la comunidades estarán en contacto directo para trabajar y coordinar acciones como un único grupo de personas afectadas.La vacuna ha desencadenado una respuesta inmunitaria disfuncional con sintomatología diversa y en algunos casos, compatible a los síntomas de pacientes con Covid persistente post infección:
Fatiga, ahogo, opresión pecho, mialgias, parastesias, taquicardia, neuropatía periférica, síndrome de Bell, dolores musculares, pérdida de fuerza y sensibilidad en las extremidades, migraña, ansiedad, brote de lupus, tiroiditis autoinmune, trombosis, plaquetopenia, urticarias, edemas, entre otros.
-Tenemos entendido que muchos médicos no sólo no informan sobre que las vacunas han podido causar los daños de sus pacientes sino que se está diagnosticando a los afectados como personas ansiosas o que presentan ciertos problemas de salud mental. ¿Sucede esto en vuestro grupo?
Sí y desgraciadamente es algo mayoritario. Por un lado existe un gran desconocimiento en la comunidad médica de cual es la sintomatología real y por otro lado, por el sesgo de género (mayoritariamente somos mujeres).
Nos etiquetan automáticamente y por tanto, el diagnóstico pasa a ser ansiedad, lo que lleva a las personas afectadas a desarrollar patologías mentales como consecuencia de sentirse no escuchadas y lo más grave, no tratadas por especialistas de las dolencias físicas.
Aún así queremos destacar que tenemos el respaldo de algunos médicos. Son conscientes del sufrimiento no solo físico sino también emocional que estamos viviendo.
Para visibilizar nuestra situación, hace falta que nos unamos todas y cada una de las personas afectadas para tener reconocimiento del personal sanitario, de la administración y de la sociedad.
Queremos que este reconocimiento se traduzca en estudio, control, seguimiento y tratamiento en unidades especializadas en centros sanitarios públicos. Independientemente del grado de afectación, solicitamos la aceptación y reconocimiento de bajas por incapacidad causada por la vacuna.
También solicitamos el reconocimiento de las secuelas permanentes las cuales han causado una discapacidad no reconocida por parte de los organismos evaluadores de cada comunidad autónoma.
-¿Hay personas que no pueden vacunarse en vuestro grupo (no que no quieran sino que por tener enfermedades previas o que por cualquier otra razón en ellas esté contraindicada la vacunación?
Sí, tenemos algunas personas que no se han vacunado por prescripción médica. Muchas de ellas tienen alergias a ciertos componentes de la vacuna o tienen patologías que incrementan el riesgo a padecer efectos secundarios graves.-Esas personas tendrán problemas, por ejemplo para viajar, pues les pedirán que tengan la pauta completa en su pasaporte Covid ¿habéis tenido ese tipo de problemas?
No solamente tendrán problemas para viajar ellas sino también una gran parte de personas afectadas por la vacuna las cuales sólo han recibido una dosis ya que se ha extendido la obligación hasta junio del 2023 en la UE.
Es decir, no tienen la pauta vacunal completa debido al riesgo que ha supuesto en su salud la administración y por tanto, se ha prescrito no completar la vacunación. Los médicos lo desaconsejan pero la Administración no ha incluído ninguna excepción para nuestros casos.
Desde el Ministerio de Sanidad nos han contestado que la vacunación no es obligatoria, es voluntaria y no pueden expedir ningún certificado si no se cumplen los requisitos establecidos a nivel europeo.
En países como Francia y Austria, incluyen una excepción: un certificado de contraindicaciones de la vacuna, es decir, se informa sobre el resultado de una reacción alérgica grave en la administración de la vacuna u otra justificación médica para la vacunación incompleta como pueden ser efectos secundarios.
Reino Unido (país que ya no pertenece a la UE) también lo contempla. ¿Por qué hay esta diferencia entre países miembros? Ello ocasiona un agravio entre personas afectadas. Todos somos ciudadanos europeos con los mismos derechos y obligaciones.
Solicitamos un modelo estandarizado para todos los países miembros de la UE y que sea validado por sanitarios y centralizados en ciertos centros hospitalarios del sistema público estatal.
-¿Qué otras reivindicaciones justas estáis haciendo (has tenido varias reuniones con responsables sanitarios catalanes)?
Insistimos, al tener mayoritariamente diagnósticos erróneos, los datos que reciben las administraciones sobre los efectos secundarios de las vacunas son infinitamente inferiores a los reales y por tanto, no hay reconocimiento, no hay visibilidad.
Es por ello que queremos alzar la voz para que todas las personas afectadas, contacten con nosotros en el siguiente mail: [email protected]
-No sólo padecéis daños sino conculcación de derechos fundamentales ¿estáis pensando en asesoraros legalmente y emprender acciones judiciales?Sí, se siguen vulnerado derechos fundamentales y discriminación por razón de salud ya que a día de hoy no hay reconocimiento de nuestra situación: somos personas enfermas cuyo origen ha sido la vacuna.
No nos derivan a unidades especializadas, no tenemos seguimento ni tratamiento. Además de este sufrimiento que estamos acarreando sobre nuestras espaldas, tuvimos que vivir una exclusión durante la vigencia del pasaporte Covid en las diversas comunidades autónomas para poder acceder a restauración, gimnasios y residencias.
Nos hacían sentir como delicuentes, tener que dar explicaciones, enseñando informes médicos (somos una minoría los que tenemos) o directamente quedarnos en casa excluídos por no tener la pauta vacunal completa por motivos de salud.
Se ha demostrado que el pasaporte ha sido una herramienta discriminatoria no teniendo en cuenta personas como nosotros. A nivel legal, lo contemplaremos una vez se reconozca como enfermedad como ha hecho la OMS con el Covid persistente. Aún así, nos gustaría tener asesoramiento específico para nuestros casos.