África: la próxima frontera. El experto en Marketing de La Moda Channel editor Francesco Verdinelli, desglosa algunas impresiones sobre la producción, la circularidad y la tecnología que surgieron de la feria Destination Africa en El Cairo del 17 al 19 de noviembre de 2018.
“No podíamos entender, porque estábamos demasiado lejos y no podíamos recordar”,
― Joseph Conrad, Corazón de tinieblas
El Marco.
Pocas cosas habían cambiado en nuestra mente a partir de la década de 1800 por la imagen del continente proporcionada por Joseph Conrad. Ni por haber compartido el mismo mar Mediterráneo durante tanto tiempo y que ahora este se ha convertido en un punto culminante y constante para todos los medios de comunicación.
Para entender por qué África es la nueva frontera cuando se trata de la producción de prendas de vestir, tenemos que reconocer que estábamos mirando la dirección equivocada. Estábamos demasiado lejos. Demasiado lejos… Al este para ser precisos.
Todo comenzó a principios de los años 90, cuando la democracia China se desmoronó en la plaza Tienanmen. Eso marcó el comienzo de la carrera hacia el Lejano Oriente por parte de las empresas occidentales, que comenzaron a deslocalizar su producción masivamente, participando en nuevas empresas locales (las llamadas empresas de propiedad extranjera).
Como consecuencia, el PIB de la República China comenzó a dispararse. Se creó una nueva clase media, con nuevas necesidades de consumo y impulsada por una creciente globalización.
El sistema de producción comenzó a integrar a los países asiáticos de segundo nivel, para atender a la creciente demanda interna y a la producción extranjera.
En aquel entonces tuve la suerte de presenciar este fenómeno mientras trabajaba como gerente de marketing durante dos años para un conjunto de marcas de propiedad italiana, comprometido a servir únicamente al mercado nacional.
¿Recuerdas los Juegos Olímpicos de 2008? La impresionante ceremonia de apertura que encantó al mundo y que fue la declaración de una nación moderna que estaba lista para competir con sus compañeros. Ese fue el enorme “Game On” cultural de China para el resto del mundo.
Fue entonces cuando todo empezó a cambiar. Y no para bien. Al menos se trataba de figuras de producción de moda en la Tierra Media.
Algunas de las causas parecen abarcar al alto costo de la mano de obra que ya no podría cubrir el aumento de los costos de la logística y de las materias primas.
Además, las empresas comenzaron a poner un enfoque más fuerte en cuestiones ambientales y de alguna manera China demostró quedarse corta cuando se trata de sostenibilidad.
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