Revista Cultura y Ocio

Agatha Christie y Mario Escobar. El original y la copia.

Publicado el 20 febrero 2018 por Juancarlos53
Una de las habituales preguntas que los malos periodistas hacen a los escritores es aquella de "¿Cuál es el primer libro que recuerda haber leído?" Estos suelen responder citando algún título o autor (Salgari, "Los cinco", "Tintín", Karl May, Julio Verne...) en consonancia con la edad infantil de iniciación a la lectura que poco antes hayan declarado a tan osado reportero.
Salvando todas las distancias del mundo que son muchas, pues yo para nada soy escritor, si a mí me preguntasen tal cosa me iría a mis once o doce años y me vería visitando, junto a alguno de mis dos hermanos mayores, la biblioteca pública que la Caja de Ahorros tenía en el pasaje del mismo nombre en la Plaza Mayor de Salamanca. Ahí, en ese espacio, me sentí lector por primera vez; y allí descubrí, al abrigo del primogénito de la familia a quien todos imitábamos y yo el primero, que también existía el préstamo, o sea, que se podía uno llevar el libro para leerlo tranquilamente en casa. 
Mis recuerdos, pues, se concretan en unos libros encuadernados al estilo clásico en tapas color marrón, lomera imitación piel y guardas al agua. Eran libros manoseados por los muchos usuarios que la casi única biblioteca de la ciudad tenía. Eran libros que me absorbían y en cuyas tramas quedaba suspendido cual un Fray Luis escuchando al maestro Salinas. El causante de la abducción que tan gustosamente sufría era una mujer que siempre imaginé francesa dado su protagonista detective quien de vez en cuando dejaba caer en el relato frases en la lengua de Molière. Él se llama (los personajes jamás mueren) Hercule Poirot, y ella, la escritora, se llamaba -ya todos los sabéis- Agatha Christie.Agatha Christie, Mario Escobar, metaliteratura, En esos años lejanos y durante mucho tiempo para mí las novelas de la autora inglesa fueron epítome de literatura. Muchos de sus títulos ("Diez negritos", "Asesinato en  el Orient Express", "Poirot en Egipto", "Un cadáver en la biblioteca", "Muerte en la vicaría"...) cayeron en las siestas impuestas por mis padres durante esas largas y tórridas tardes de verano. Hasta que en esa misma biblioteca descubrí a otros autores, ¡y además vivos!, como por ejemplo Miguel Delibes ("La sombra del ciprés es alargada", "Diario de un cazador" y sobre todo "La hoja roja", títulos que, pienso, me hicieron lector), pensaba que Agatha Christie era el culmen del arte de escribir. Disfrutaba muchísimo cuando tras como lector estar convencido de que el asesino era Philip Lombard o el doctor Armstrong o cualquiera de los otros personajes al poco aparecía el mismo sospechoso asesinado. Madre mía, qué chasco, cómo me había de nuevo engañado Agatha, qué genial era la autora... 
Todo este largo exordio viene a cuento de dos lecturas que he hecho últimamente. La primera fue "El club de la martes" de un autor, Mario Escobar, desconocido completamente por mí hasta entonces; la segunda surgió por culpa de la de Escobar, al estar la del autor de best sellers español inspirada en "Diez negritos" de Agatha Christie
"El club de la martes"Mario Escobar Golderos (Madrid, 1971) es un escritor e historiador español de quien como he dicho antes nada sabía. Puesto a buscar información sobre él en las procelosas aguas de  internet me entero  de que es Licenciado en Historia y diplomado en Estudios Avanzados, especialidad de Historia Moderna en ambos casos en la Universidad Complutense de Madrid. Además -leo- trabaja como director de la ONG 'Misión contra la lepra', se encarga de una Iglesia Evangélica en Madrid, colabora en varias publicaciones y es director de la revista 'Nueva Historia para el Debate'. 
Desde su exitosa primera obra, "Conspiración Maine"  (2006), ha publicado un gran número de titulos: "El mesías Ario" (2007), "El secreto de los Assassini" (2008), "La Profecía de Aztlán" (2009), "El dedo de Dios" (2012) y  "El testamento del diablo" (2011). Todas ellas forman la saga protagonizada por Hércules Guzmán Fox, George Lincoln y Alicia Mantorella."Sol rojo sobre Hiroshima (2009) y "El País de las lágrimas" (2010) son sus obras más intimistas. También ha publicado ensayos como "Martín Luther King" (2006) e "Historia de la Masonería en Estados Unidos" (2009). "Los doce legados de Steve Jobs" (2012). "La Saga Ione" (2013) o la "Serie Apocalipsis" (2012). "Saga Misión Verne" (2013). "El Círculo" (2014). "Bienvenidos a Clayton Lake" (2015). "La Máquina del Tiempo" (2015). "Canción de cuna de Auschwitz" (2016). "El club de los martes" ha visto la luz durante el mes de diciembre de 2017.Su libro, "Francisco El primer papa latinoamericano" (2013) ha sido traducido a 12 idiomas, entre ellos el chino, inglés, francés, italiano, portugués, japonés, danés, etc.
Es, como se ve, un  prolífico escritor que en poco tiempo ha conocido un éxito impresionante del que yo estaba totalmente ignorante. Y ¿qué me ha parecido?
Bueno, en primer lugar y vistos los títulos de muchas de sus obras, difícilmente, dados mis gustos lectores, me habría acercado a él. No soy yo muy aficionado a lo mistérico, gótico, masónico, bíblico y ni sé otros cuantos esdrújulos más... Y la mayoría de sus obras tiran por ese lado del thriller histórico trufado de sectas secretas, sociedades masónicas y prácticas satánicas en abundancia. Sí que había leído en blogs diversos el poder adictivo de su prosa, cualidad que en la única novela suya que conozco confirmo desde ya.
¿De qué va "El club de los martes"? 
Novelas publicadas por Amazon, Mario EscobarNos encontramos en Seattle, estado de Washington, USA. Alexandra Byrne es pediatra en excedencia del Hospital Infantil de esa ciudad. Lleva cinco años sin ejercer la medicina, dedicada al cuidado de sus cuatro hijos y de Mark, su esposo. Su único momento de esparcimiento es el del Club de Lectura que desde hacía un año había formado en la Central Library de Seattle. Allí acude todos los martes y junto a sus amigas Stella Morelli, Wilda Johnson, Sara Jacob, y Marta Sánchez, comentan la lectura propuesta, normalmente novela negra. La particularidad del grupo lector reside en que antes de leer la resolución del relato, cada una de ellas anticipa el final. 
Estas cinco mujeres son fanáticas de las novelas detectivescas de Agatha Christie. También lo es Mario Escobar, el escritor, quien ha elegido como título para la novela el de la narración homónima de la autora inglesa, "El club de los martes". La diferencia está en que en la de Agatha Christie quienes se reúnen bajo la dirección de Miss Marple exponen un problema real, y todos compiten por su resolución, mientras que en la narración de Escobar la reunión dirigida por Alexandra -auténtica Miss Marple aquí- delibera sobra casos librescos. Pero en esta ocasión van a dar el salto de los libros a la realidad.
Un martes, en la reunión semanal, Wilda, que es agente del FBI, se muestra preocupada. Como explicación les dice a sus amigas que un caso de asesinato de cuatro mujeres sucedido hacia nada en la zona del lago Green la tiene especialmente preocupada por su dificultad. Alexandra propone a las amigas investigar ellas mismas el caso a fin de hacer en la realidad lo que practicaban habitualmente sobre la ficción de las novelas que leían. Wilda les pide máximo sigilo pues un policía tiene vedado compartir información de un caso que está vivo.
Todo se complica cuando a los ordenadores de estas mujeres de mediana edad (todas rondan los 40 ó 45 años) llega un enigmático mensaje firmado por un tal Owen que repite una de las frases que aparecen en la novela "Diez negritos" de Agatha Christie ("Un negrito se encontraba solo. Y se ahorcó, y no quedó ¡ninguno!"). Como ese mismo día en la zona de casas donde vive Sara ha aparecido muerta por ahorcamiento una vecina de ésta, las cinco mujeres sospechan que alguien -el asesino seguramente-ha escuchado en la biblioteca su propósito de investigar los asesinatos. Sí, eso parece claro, pero ¿quién será? Para no perjudicar a Wilda, la amiga agente del FBI, estas mujeres no dirán nada de sus actividades a la policía.
Como quiera que los asesinatos e incluso las desapariciones de algunas de estas amigas en diferentes circunstancias siempre -adivina Alexandra- siguen el patrón de los asesinatos que suceden en la novela de la famosa escritora inglesa (cenar y asfixiarse, tostarse al sol, hacerse juez y morir, cortarse cortando leña...), la novela "Diez negritos" será para estas mujeres la guía para intentar anticiparse a los futuros crímenes que están convencidas sucederán, como así es en verdad.
Mario Escobar, bests sellers de novela negraAl igual que en las novelas de Agatha Christie, los sospechosos van surgiendo y desapareciendo ante nuestros ojos con presteza por lo que nuestra curiosidad y perplejidad aumentan constantemente. Y de la misma manera que en otras muchas novelas de la escritora inglesa -también en la que he leído de ella en esta ocasión-, Mario Escobar utiliza el humor ironizando a veces consigo mismo:
"Robert odiaba el formato digital y las plataformas que se dedicaban a vender ebooks, pero odiaba aún más a los escritores paletos de internet que regalaban sus libros a 0'99 dólares. Aquella era una manera de prostituir la literatura"
O sea, como se ve en el texto citado, exactamente lo contrario que practica en la vida real el propio Escobar. Yo mismo he leído esta novela suya en formato ebook adquirido en la tienda online de Amazon a un precio parecido al que su personaje considera humillante.
ConclusiónMario Escobar hace demostración en esta novela de su profundo conocimiento de la novelística de Agatha Christie en un entretenido ejercicio metaliterario construyendo y deconstruyendo una historia policíaco-detectivesca como las de la escritora nacida en Torquay (Reino Unido). El autor sabe mantener nuestra atención y consigue atraparnos en las redes de su escritura sencilla y poco problemática. No hay más interés en este relato que encontrar el sano entretenimiento surgido de las curiosas -¡y muy novelescas!- historias de estas mujeres de la ciudad de Seattle.
"La muerte visita al dentista" de Agatha ChristieTras leer la entretenida versión actualizada de la aventura de Miss Marple pergeñada por Mario Escobar, decidí buscar por casa algún producto original, algún Agatha Christie de primera mano. Así en una primera saca topé con esta novela que no había leído.
La novela que leí presenta un auténtico argumento Agatha Christie: Un tranquilo y apreciado dentista aparentemente se suicida durante su jornada habitual. Todo parece explicarse por una negligencia médica suya con la anestesia aplicada a un paciente que le ocasionó la muerte a éste. La policía (el inspector Japp) considera que todo está explicado, pero Hercule Poirot no lo tiene tan claro. La investigación, tranquila y educada, practicada por el detective belga irá poco a poco descubriendo detalles, elementos sutiles, que darán al traste con el aparente suicidio y mostrarán que lo sucedido ha sido un asesinato en toda regla.
editoriales españolas de siempre, Agatha ChristieNo es una de sus mejores obras, desde luego. Es una novela que denota el oficio de la escritora en la que encontré muchas de las características que durante mi lejana adolescencia me hicieron devoto seguidor suyo. Lo primero que me trasladó en el tiempo a mis años de descubrimiento de estas novelas fue el de la editorial Molino que la publicaba, la misma antigua empresa editora que dio a conocer en la España de los años 50 y 60  junto a la novelas de Agatha Christie las de otros autores muy populares como Karl May, Enid Blyton, Julio Verne o Emilio Salgari. La editorial Molino fue fundada en Barcelona en 1933 por el vallisoletano Pablo del Molino Mateus que en 1952 decide liquidar las instalaciones levantadas en Buenos Aires (Argentina) a dónde había llegado en 1938 desde España huyendo de la guerra. 
Luego, entrando ya en la propia manera de hacer novela que tiene la escritora, en la primera página me reencontré con la relación de intervinientes en la historia, tan clarificadora y que de siempre tanto agradecemos muchos lectores de novela policiaca o detectivesca. Estas relaciones descriptivas de los personajes principales facilitan la lectura y evitan confusiones o anfibologías inútiles. Es un recurso muy teatral, sin lugar a dudas, pero no se puede olvidar que Agatha Christie es además de novelista dramaturga de éxito como lo demuestra esa permanencia ininterrumpida en la cartelera londinense durante al menos 30 años (1952-1982) de su obra "La Ratonera". También aquí entre nosotros lleva años representándose con gran éxito.
Curiosamente esta novela elegida al azar guarda una cierta similitud con "Diez negritos" y por ende con la que he leído de Mario Escobar. Reside la semejanza en la utilización que hace también aquí de una canción infantil. La diferencia es que mientras en "La muerte visita al dentista" los versos de la canción le sirven para titular cada uno de los diez capítulos que componen la novela ("Capítulo Primero: 'Uno, dos, átame el zapato'", "Capítulo Segundo: 'Tres, Cuatro, Cierra la puerta'", y así sucesivamente) en "Diez negritos" y su correlato "El club de los martes" las diversas estrofas que forman la canción infantil 'Los diez negritos' o 'Los diez pequeños indios' van pautando y dando explicación de los crímenes sucedidos o por suceder.
Es habitual en la propia escritora inglesa utilizar con acierto y elegancia el humor a lo largo de la obra. Es un humorismo elegante, ingenioso e inteligente, cual suele ser el denominado, y nunca mejor dicho, 'humor inglés'. Constantemente se juega en la narración -en ésta y en muchas otras de la escritora- con la procedencia extranjera del detective; el hecho de que Poirot sea belga y el público destinatario la burguesía inglesa le sirve de base para presentar con gracia los tópicos enfrentamientos entre naciones. No podemos obviar el momento en que la novela ve la luz, el año 1941, cuando Gran Bretaña está en plena guerra contra el nazismo que tiene ocupada toda Europa.
En muchas ocasiones la escritora ironiza consigo misma:
"- Eso si no le ataron un peso antes de arrojarla al Támesis.
- Sí, desde un sótano de Limeshouse, supongo. Habla como un personaje de las novelas policíacas escritas por una mujer." (pág. 122).
La anterior humorada no sería hoy -época intransigente donde las haya- muy bien recibida al considerarse un ataque minusvalorativo hacia la mujer. Y otro tanto, aunque en esta ocasión de corte clasista, sería otra muestra del inteligente ingenio de la novelista que reparte las funciones policiales de acuerdo a la extracción social de los encuestados. Así el inspector Japp y Poirot entrevistarán a la Sra. Morton de la alta aristocracia, mientras que de la chica de servicio se encargará el sargento Beddoes
Sí, ciertamente hay clasismo, aburguesamiento y elitismo en las novelas de Agatha Christie. Pero, quizás, en ello residía -y reside- su gran éxito y aceptación pues la literatura como entretenimiento siempre persigue lograr la denominada existencia vicaría en el público lector. Y este vivir una vida que no me corresponde pero me gustaría alcanzar aunque la sé inalcanzable forma parte indisoluble desde la noche de los tiempos del arte de la ficción. Y en esto Agatha Christie y gran parte de la nómina de los escritores exitosos son maestros.
Agatha Christie Mario Escobar. original copia.Agatha Christie y Mario Escobar. El original y la copia.
Datos del libro
Autor: MARIO ESCOBAR
Título: “El club de los martes”
Nº de páginas: 227 págs.
Encuadernación: Papel
Tamaño del archivo en Versión Kindle: 2510.0 KB
Editorial: Amazon Publishing (5 de diciembre de 2017)
Lengua: CASTELLANO
ASIN: B075CPSS2S
Precio:
En papel: 9’48€
Ebook: 4’99€


Datos del libro
Autor: AGATHA CHRISTIE
Título: “La muerte visita al dentista”
Nº de páginas: 227 págs.
Encuadernación: Papel
Editorial: Molino (1989)
Lengua: CASTELLANO
ASIN: B00I4CP3VW
Precio:
En papel: 6€

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