Revista Salud y Bienestar
La revista The Lancet ha publicado en su edición online una revisión sobre el uso de melatonina y sus análogos, estudiando su uso en el tratamiento de la depresión mayor. En el artículo se destaca la utilidad de agomelatina en este ámbito ya que, además de su actividad antidepresiva, mejora los patrones de sueño-vigilia de los pacientes tratados. El trabajo ha sido realizado por el profesor Ian B Hickie, del Brain & Mind Research Institute, University of Sydney, NSW, Australia y por Naomi L Rogers, de la Central Queensland University, Mackay, QLD, Australia.
Como señalan los autores "La depresión mayor es una de las principales causas de muerte prematura y discapacidad. A pesar de que los medicamentos disponibles son eficaces, tienen limitaciones importantes. Cada vez hay existen más evidencias de que exista una relación entre la cronobiología y los trastornos del estado de ánimo. El desarrollo de nuevos fármacos que actúan sobre los ritmos circadianos, han despertado el interés en esta área."
El documento concluye que hay pruebas claras de la existencia de fuertes vínculos entre alteraciones de los ritmos circadianos y muchos de los síntomas más característicos de la depresión clínica, incluyendo insomnio de conciliación, sueño no reparador, despertar precoz, fatiga, embotamiento, así como inversión de los picos normales de cortisol de la mañana, energía subjetiva humor y alerta.
Los autores compararon melatonina, ramelteon, tasimelteon, PD-6735 y agomelatina. La melatonina y sus análogos se unen a los mismos receptores en el cerebro, pero tienen una afinidad diferente por dichos receptores melatoninérgicos.
-Acción antidepresiva clínicamente significativa
En particular, se destaca a agomelatina como el único fármaco de los analizados, con acción antidepresiva clínicamente significativa, cronobiológica y ansiolítica. Los efectos antidepresivos de agomelatina parecen debidos a la acción sinérgica provocada por la acción de unirse a los receptores de melatonina y bloquear los receptores de serotonina (5HT2c) provocando así un aumento de dopamina y noradrenalina en el córtex prefrontal.
En la revisión se señala que, a corto plazo, “agomelatina tiene una eficacia similar a venlafaxina y superior a fluoxetina y sertralina”. Además, a largo plazo, existen menos recaídas con agomelatina (24%) que con placebo (50%). Los pacientes con depresión tratados con agomelatina refirieron mejorar la calidad del sueño y también se redujeron los despertares nocturnos después de la aparición del sueño.
Los autores del artículo concluyen que como agomelatina no eleva los niveles de serotonina, tiene menos efectos secundarios gastrointestinales, sexuales o metabólicos –característicos de otros antidepresivos– y no tiene riesgos de efectos adversos como síndrome serotoninérgico o síntomas de discontinuación. “Debido a ese favorable perfil de seguridad y a su potencial para ayudar a restaurar los ritmos circadianos entre los episodios antidepresivos, este fármaco podría ocupar un lugar único en el manejo de los pacientes con depresión severa y otros trastornos del estado de ánimo”, han destacado.
Los autores han añadido también que, a pesar de la alta prevalencia de la depresión, “faltan tratamientos realmente eficaces. Además de la alteración del estado de ánimo asociado a la depresión, la desincronización de los ritmos circadianos y los trastornos del sueño son síntomas comunes e importantes en la depresión que influyen en la severidad de los síntomas, en la capacidad de respuesta a los medicamentos y en la calidad de vida en general. Agomelatina aparece como un antidepresivo que, además de actuar sobre los síntomas afectivos de la depresión, actúa también sobre los ritmos circadianos y los ritmos sueño-vigilia, lo que probablemente contribuye a su eficacia”.
Agomelatina está comercializada por laboratorios Servier en España desde 2009 como Valdoxan.
**Fuente: The Lancet (DOI:10.1016/S0140-6736(11)60095-0)
Como señalan los autores "La depresión mayor es una de las principales causas de muerte prematura y discapacidad. A pesar de que los medicamentos disponibles son eficaces, tienen limitaciones importantes. Cada vez hay existen más evidencias de que exista una relación entre la cronobiología y los trastornos del estado de ánimo. El desarrollo de nuevos fármacos que actúan sobre los ritmos circadianos, han despertado el interés en esta área."
El documento concluye que hay pruebas claras de la existencia de fuertes vínculos entre alteraciones de los ritmos circadianos y muchos de los síntomas más característicos de la depresión clínica, incluyendo insomnio de conciliación, sueño no reparador, despertar precoz, fatiga, embotamiento, así como inversión de los picos normales de cortisol de la mañana, energía subjetiva humor y alerta.
Los autores compararon melatonina, ramelteon, tasimelteon, PD-6735 y agomelatina. La melatonina y sus análogos se unen a los mismos receptores en el cerebro, pero tienen una afinidad diferente por dichos receptores melatoninérgicos.
-Acción antidepresiva clínicamente significativa
En particular, se destaca a agomelatina como el único fármaco de los analizados, con acción antidepresiva clínicamente significativa, cronobiológica y ansiolítica. Los efectos antidepresivos de agomelatina parecen debidos a la acción sinérgica provocada por la acción de unirse a los receptores de melatonina y bloquear los receptores de serotonina (5HT2c) provocando así un aumento de dopamina y noradrenalina en el córtex prefrontal.
En la revisión se señala que, a corto plazo, “agomelatina tiene una eficacia similar a venlafaxina y superior a fluoxetina y sertralina”. Además, a largo plazo, existen menos recaídas con agomelatina (24%) que con placebo (50%). Los pacientes con depresión tratados con agomelatina refirieron mejorar la calidad del sueño y también se redujeron los despertares nocturnos después de la aparición del sueño.
Los autores del artículo concluyen que como agomelatina no eleva los niveles de serotonina, tiene menos efectos secundarios gastrointestinales, sexuales o metabólicos –característicos de otros antidepresivos– y no tiene riesgos de efectos adversos como síndrome serotoninérgico o síntomas de discontinuación. “Debido a ese favorable perfil de seguridad y a su potencial para ayudar a restaurar los ritmos circadianos entre los episodios antidepresivos, este fármaco podría ocupar un lugar único en el manejo de los pacientes con depresión severa y otros trastornos del estado de ánimo”, han destacado.
Los autores han añadido también que, a pesar de la alta prevalencia de la depresión, “faltan tratamientos realmente eficaces. Además de la alteración del estado de ánimo asociado a la depresión, la desincronización de los ritmos circadianos y los trastornos del sueño son síntomas comunes e importantes en la depresión que influyen en la severidad de los síntomas, en la capacidad de respuesta a los medicamentos y en la calidad de vida en general. Agomelatina aparece como un antidepresivo que, además de actuar sobre los síntomas afectivos de la depresión, actúa también sobre los ritmos circadianos y los ritmos sueño-vigilia, lo que probablemente contribuye a su eficacia”.
Agomelatina está comercializada por laboratorios Servier en España desde 2009 como Valdoxan.
**Fuente: The Lancet (DOI:10.1016/S0140-6736(11)60095-0)
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