Agradecimiento a los amantes del arte: En estas fechas de Navidad, y cuando acaba un año, siempre es un buen momento para reflexionar. Hoy me gustaría expresar mi gratitud a todas aquellas personas que se interesan por el arte en estos tiempos en que el consumismo comercial, superfluo, inmediato y mediático acapara casi toda la atención. Mi gratitud a todas aquellas personas que entran en una galería de arte, que recorren lentamente con su mirada las obras que cuelgan en sus paredes, a veces tímidamente, con veneración y respeto, con mirada de asombro, en ocasiones con expresión sonriente, placentera, diría que profunda en muchos casos, intentando adentrarse en esas dos dimensiones (o tres cuando se trata de una escultura), descubrir qué hay más allá del motivo en busca quizás de indagar en el alma de su autor. A pesar de los años me siguen sorprendiendo esas personas sensibles, entendidas o solo iniciadas, que gozan con el silencio pausado de la contemplación; me reconfortan esas personas que reconocen con humildad que no "entienden", que se te acercan tímidamente, que te explican sus percepciones y, sin saberlo, te abren los ojos a ti mismo; pero en su interior brilla el entendimiento y la intuición, la mirada curiosa, la capacidad de sorprenderse, la aptitud de valorar el trabajo silencioso y el reconocimiento por el hecho artístico. A todas esas personas, sean compradores o solo observadores, coleccionistas o simples aficionados, personas anónimas, incluso tenidas por raras porque compran un cuadro "que no sirve para nada", pero que son tan imprescindibles pues son los que mantienen vivo el arte y hacen que los artistas puedan seguir su trayecto. A todas esas personas mi más profundo agradecimiento.
Guillermo Martí Ceballos