Si el pronóstico no falla, este fin de semana va a ser pasado por agua y de 30° C. Una combinación bastante pegajosa.
Aprovechando que las verdulerías están que explotan de frutas y colores, y para no vivir a pura gaseosa o jugo comprado, es ideal aprovechar cualquiera de ellas para, además de comerlas, hacer aguas refrescantes.
Esta receta me la crucé buscando recetas para el #rainydaybitescookbookclub de marzo, que era hacer preparaciones del libro The broad fork.
Me encantaron un montón de recetas del libro... sobre todo por la forma de preparar las frutas y verduras.
Esta en particular, era con melón rocío de miel; pero como prefiero la sandía al melón, la transformé un poco a mi gusto.
La realidad es que da un agua super refrescante, rica, y adaptable a muchas otras frutas que nos gusten más o tengamos más a mano.
El jugo de lima me generaba mucha intriga, y la verdad es que es fundamental para que la preparación baje en dulzor e intensifique su cualidad refrescante.
Ahora, a pasar todo el verano tomando aguas frescas!
Hay una receta!