Revista Ciencia
Las aguas grises son aquellas aguas no fecales generadas en el hogar: agua gastada proveniente de la ducha, la colada, el fregadero, etc.
Estas aguas tras un proceso específico pueden ser recicladas para su uso y ser reaprovechadas tanto para las cisternas de los inodoros, como para riego del campo o jardines. Dependiendo del uso final que se le vaya a dar, hay varios sistemas para tratar las aguas grises.
Su aplicación es muy útil en lugares donde hay restricciones de agua importantes, ya que el ahorro puede alcanzar hasta 90.000 litros anuales por vivienda de 4 a 5 habitantes. Los sistemas de reutilización de aguas grises pueden conseguir el ahorro de entre un 30% y un 45% de agua potable.
Con este reciclaje del agua también tenemos la posibilidad de regar en lugares donde escasea el agua (utilizadas adecuadamente las aguas grises son una fuente de abonos para la horticultura.
Con la reutilización de las aguas grises disminuimos el consumo del agua potable, generamos un menor caudal a las fosas sépticas o plantas de tratamiento, conseguimos un menor uso de energía y químicas por bombeo y tratamiento y protegemos las reservas de agua subterránea.