La peor lesión que puede sufrir un jugador de fútbol es una rotura de ligamentos. Te asegura estar casi seis meses afuera de las canchas, meses de trabajo kinesiológico, agotamiento mental y dudas acerca de cómo se volverá. Un martirio para cualquier futbolista, ya que es perderse casi la mitad de la temporada y no tener la certeza de cuál será el estado en el que se producirá el retorno. ¿Qué sentirá, entonces, Gastón Aguirre, que, en el sexto mes de recuperación, acaba de padecer una nueva rotura de ligamentos?
¿Viste la serie esa ´Un año para recordar´, en el que la protagonista reviver todo el último año? Bueno, para mí es revivir los últimos cinco meses: tengo que volver con el mismo doctor, ir a la misma clínica, hacerme la misma operación y el mismo trabajo de recuperación. Aunque venga Dios y me trate de explicar, no me va a entrar en la cabeza”
Aguirre se rompió los ligamentos de su rodilla derecha a fines de octubre del año pasado. Ahora, a los 30 años, cuando estaba en pleno proceso de recuperación, se resintió al saltar y caer mal en una práctica, justo cuando estaba por empezar a tocar nuevamente la pelota. Volvió a romperse. Nuevamente a operarse y a empezar desde cero, para esperar volver a jugar a fin de año, cuando se cumplirán casi 12 meses de inactividad.
Justamente en 2010 renovó su vínculo hasta 2012, pese a estar con una rotura del tendón de Aquiles. Por eso, el defensor comentó en La Red que planea devolverle a San Lorenzo parte del dinero por todo este tiempo en el que estuvo inactivo.