Por Cristian Pujó Founder/New
business de This is Morrison
Que
estamos en la era app casi nadie lo pone en duda, las hemos visto nacer, crecer
y multiplicarse, saltar del móvil a la televisión, consolas y pronto a los
coches.No es de extrañar que se empiecen
a ver cosas como la que vas a ver ahora. Una consultoría musical llamada C-burn ha creado una
app de móvil que literalmente permite irrumpir en el playlist del DJ para añadir
nuestros tracks favoritos. Secret DJ ha sido creada por geeks,
freaks, dj´s y clubbers para darnos esos 5 minutos de gloria cuando todos se
muevan al ritmo que hemos seleccionado desde nuestro móvil ¿quién necesita dj´s
cuando podemos pinchar todos? el proceso de "socializar" la música es imparable,
uno de los máximos exponentes es SoundCloud la red social que permite
contacto directo de productores, sellos, dj´s y fans a través de la música. Ya
hay gente incluso más famosa por sus playlists que el propio creador de la
canción.
Hasta
Getty Images está haciendo su
incursión en el mundo del social sound. La radio no iba a ser menos,
y de sistemas que aprenden tus gustos se ha pasado directamente a crear la playlist de la emisora entre
todos. Lo que hace un par de años nos hacía alucinar (aunque realmente no fueran
los primeros) con el lanzamiento de "in rainbows" de Radiohead, hoy es cosa
normal para lanzamientos de discos de forma exclusiva en redes sociales
musicales como acaba de hacer Trent Reznor y su proyecto "How to
Destroy Angels" de descarga gratuita. La corriente ya ha llegado al
"hardware" creando los primeros
"social headphones" que permiten escuchar música entre amigos
mediante la sincronización con twitter y un hashtag concreto para que los cascos
reconozcan y reproduzcan la música.
Esto es ya una realidad, tan realidad como
que Nielsen en
un estudio reciente dice que los jóvenes descubren más música por
YouTube que por cualquier otra fuente. Cuando la gente se empeña en algo no hay
nada que pueda pararlo, ni siquiera toda la industria musical mundial, la música
debe, tiene que ser social y circular libremente por todas partes, al igual que
todo el contenido social que hay en Internet.
Cada
vez más, ese mundo complejo y cerrado que nos relegaba a ser meros
"espectadores", está más y más abierto para ser los verdaderos protagonistas. El
hacer temazos aún está un poco lejos, la democratización tiene sus límites, aún.