Revista Belleza

¿Ahora Nos Quieren "Curvys"?

Por Mariola Azores De Bustarviejo @MariolaAzores
¿Ahora Nos Quieren
Llevaba unas semanas dándole vueltas al contenido del post que vas a leer hoy, escribiéndolo, y reescribiéndolo, cuando hace unos días leí en Facebook la siguiente reflexión de una amiga:
"Y ahora vienen las curvys. Y como todo, todo son modas. Qué pesados. Primero muy flacas y sin pecho, luego flacas pero con tetas grande operadas, claro. Luego macizas y sanotas y ahora curvys. Todo son modas y siempre nosotras en el punto de mira. Pues no. Ni curvy, ni flaca ni mazizorra. Yo quiero ser como me de la gana o buenamente pueda, pero sana. Sanas altas y bajas, delgadas y mazizas. Pero que tampoco se pasen. Ahora se van a los extremos. Te sacan mujeres de 1.64 y 100 kilos y las llaman curvys. Y eso no es estar curvy, porque el sobrepeso no es sano. ¿Y mañana? Otra vez muy delgadas y a criticarlas. Qué pesadez."
Este era exactamente el tipo de planteamiento que yo me había hecho y del que partía mi intención de recoger en LMDM una perspectiva del tema curvy que no estoy viendo por ningún lado:
¿A nadie le sorprende (y le indigna) que de un tiempo a esta parte las curvas excesivas estén de moda?
¿Por qué todo el mundo aplaude con las orejas ante semejante manipulación, incluso las mismas mujeres que sufren las consecuencias (físicas, psicológicas, sociológicas) del sobrepeso?
¿Quién está sacando tajada de querer hacer del sobrepeso una tendencia?
¿Es que nadie se ha planteado lo peligroso que es para la salud de las mujeres decirles que los (muchos) kilos de más son bellos?
Cuando alguien (los medios, su pareja, sus amigos) le dicen a una mujer curvy que la quieren tal y como es, ¿eso es de verdad amor, apoyo?
¿Es siempre un "yo te quiero así" un gesto de amor?
No cuando lo que significa es que tu pareja, familiares o amigos no desean hacer el esfuerzo de ayudarte, apoyarte y motivarte para bajar de peso.
No cuando lo que significa es que no les importa que tus 30 kilos de más te produzcan rozaduras en los muslos al caminar.
No cuando lo que significa es que les trae sin cuidado que no puedas moverte con agilidad y que te duelan a menudo los pies y las rodillas.
No cuando lo que significa es que ni siquiera se han planteado la posibilidad de que tu sobrepeso aumenta el riesgo de que sufras un un infarto o un derrame cerebral.
No cuando lo que significa es no querer aceptar que no es solo tu salud la gran perjudicada, también lo es tu futuro profesional. "Pues si no te han cogido porque estás gordita es su problema, peor para ellos".Perdóname que insista, pero sí es un problema para ella que el sobrepeso le cierre oportunidades profesionales sin que sus reclutadores tengan en cuenta sus capacidades y su competencia.Las mujeres ya lo tenemos bastante difícil en el mercado laboral, sea cuál sea nuestra talla. A ninguna mujer, a ninguna chica con sobrepeso le van a ayudar a encontrar el trabajo que se merece las actitudes complacientes de quienes afirman quererlas bien.  Lo has escuchado infinidad de veces: "A mí Menganito (o Zutanita) me quiere como soy". Hay veces que no puedo evitar pensar en lo peligroso que puede llegar a ser el que te quieran tal y como eres. Sobre todo cuando estás muy por encima del peso que deberías tener para no poner en riesgo tu salud.
El Sobrepeso Es Tendencia
Como se quejaba mi amiga, somos nosotras quienes más sufrimos la presión por el aspecto de nuestro físico. Aún no he conseguido averiguar a quién beneficia (¿qué sector económico está sacando tajada de "las gorditas"?) la glorificación de las curvas que se viene alimentando desde los medios de un tiempo a esta parte. Lo que sí sé es quien sale perjudicada con todo este sinsentido: la salud de las mujeres con sobrepeso.
Solo en Europa el número de personas con sobrepeso se ha triplicado desde la década de los 80. ¿A cuento de qué viene entonces banalizar lo que se ha convertido en uno de los mayores problemas de salud que tiene la sociedad occidental?
El sobrepeso es tendencia. De repente no pasa nada por tener un montón de kilos de más. Pues claro, qué va a pasar, si es algo de lo más recomendable. Como mucho -pero no te lo vamos a contar justo al lado de la foto de esa modelo de la talla XXXL a la que estamos jaleando como símbolo de autoestima femenina- este exceso podría conducir a una acumulación de grasa en el interior de tus arterias.
Pero nada de eso reviste importancia, porque tener sobrepeso está lleno de ventajas. ¿O no es verdad que ellos prefieren las mujeres "que tengan donde agarrarse"? No seas loca y piénsalo bien antes de acudir a la consulta de un endocrino, ¿qué son unas cuantas placas adiposas amenazando tu salud si lo comparas con que ese hombre con el que siempre has soñado abrace tus michelines mientras te susurra al oído "a mí me gustas así"?
Este es el canto de sirenas que queremos que interiorices:
Tú no eres una esclava de las dietas, tú eres más inteligente y estás más segura de ti misma que todas esas mujeres que viven pendientes de su físico. En definitiva, tú no te dejas manipular. Y por eso los hombres hacen cola para salir contigo.
Sí, a las mujeres curvys jamás les rompen el corazón; únicamente existe la posibilidad de que un día les estalle en pedazos.
No es solo que internet se haya llenado de mensajes buenistas del tipo "los hombres de verdad no se enamoran del físico de una mujer sino de su interior" (que suelen ir acompañados de fotos de mujeres con curvas excesivas). Lo más retorcido es que se nos vende -y habrá muchas adolescentes y no tan adolescentes hambrientas de creerlo- que cualquier chica con sobrepeso es igual de sensual que Marilyn o tan sexualmente poderosa como Beyoncé, cuando la realidad es que, dejando a un lado en esta ocasión los problemas con el alcohol y las pastillas de la rubia, ambas exhiben unas medidas de lo más saludables:
Marilyn medía 1,66 y pesaba en torno a los 53 kilos. Cuando en 2011 se subastó el vestido blanco que llevaba en la escena del metro de La Tentación Vive Arriba los asistentes a la puja se quedaron boquiabiertos al descubrir que Marilyn era una mujer de medidas más bien pequeñas.
Beyoncé mide 1,68 y pesa 57 kilos de carne firme y tonificada.
Aunque tal vez el colmo de todo este sinsentido tenga que ver con el hecho de que los mismos que quieren vendernos el cuerpo de las modelos de tallas extra grandes como el paradigma de un cuerpo femenino real, más tarde en las fotos de sus campañas les retoquen la piel tanto como al resto de las modelos. Estrías y celulitis son borradas sin miramientos del mapa curvy con el pincel mágico del photoshop, que al fin y al cabo es poco amigo de los excesos.
Me indigna que la anorexia en su momento y que el sobrepeso ahora se conviertan en tendencias promovidas -o como mínimo amplificadas- por el mundo de la moda, cuya influencia en el resto de la sociedad no se puede poner en duda. Por ello he querido compartir contigo en LMDM por qué, bajo mi punto de vista, la apología de las curvas excesivas es tan peligrosa para la salud de las mujeres como la apología de la delgadez extrema.
La siguiente frase de mi amiga es perfecta para terminar la entrada de hoy:
"Todo son modas y siempre nosotras en el punto de mira. Pues no. Ni curvy, ni flaca ni mazizorra. Yo quiero ser como me dé la gana o buenamente pueda, pero sana".
¿Crees que la moda curvy está banalizando uno de los problemas de salud
más serios de la sociedad occidental o te parece una tendencia motivadora y necesaria?


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