El huerto urbano nos permite producir alimentos para el autoconsumo
mientras ayudamos a crear una ciudad más natural, ecológica y sostenible.
¿Dónde alojar un huerto urbano?
El huerto debe estar en lugar accesible ya que debemos estar pendiente de él, la superficie (ya sea la de un patio, una terraza o un balcón) debe de poder soportar el peso de los maceteros y el sustrato, y ser una zona segura durante todo el ciclo y realizar las labores de cultivo.
Debe de ser una zona protegida del viento, pero lo más importante es la luz y el agua, factores determinantes para que las plantas crezcan. Elegiremos la zona con más horas de luz directa. Las plantas necesitan al menos 6 horas de luz diaria para un desarrollo adecuado. Si no dispones de tantas horas de luz, podemos plantar cultivos con menor necesidad solar, como son las fresas, coles, rábanos, brécol, coliflor y acelgas. Tener un grifo cerca también es muy importante, cuanto más grande el huerto, más agua necesitará.
Luego está el tipo de terreno. Debemos saber las características del suelo, si es o no rico en materia orgánica, si drena bien, o el pH. Para crear un buen huerto necesitamos un suelo que sea fértil y que tenga un buen drenaje, para que el agua filtre y llegue a todas las plantas.
¿Qué cultivar en un huerto urbano?
Para responder a esta pregunta, primero debemos decidir qué queremos producir para consumo propio y en qué cantidad. No podemos plantar mucho a la misma vez, tanto por las limitaciones de espacio como para no superar las expectativas de consumo. Es recomendable escalonar el trabajo de producción siempre que sea posible o planificar qué frutas y hortalizas son viables para realizar conservas.
Algunos de los cultivos que mejor se adaptan al huerto en casa son:
Rábano, Cebolla, Canónigos, Lechuga, Zanahoria, Tomate, Berenjena, Pimiento, Pepino, Espinaca, Haba, Rúcula, Fresa y Ajo.
El mayor reto de todo cultivo en pequeño formato es llegar a convertirse en un huerto biointensivo, donde se puede cultivar muchos de los alimentos de una dieta completa en un espacio muy reducido.
Esta tarea puede ser viable si en nuestro huerto logramos establecer las combinaciones apropiadas de distintas especies en un mismo espacio aprovechando al máximo el espacio y los recursos disponibles, sin que se produzca una sobreexplotación del cultivo que ponga en peligro la cosecha.
Para compartir un espacio reducido de forma eficiente y lograr evitar desequilibrios, es necesario conocer perfectamente las características de las hortalizas de esta “vecindad hortelana”. Esto es importante, ya que en función de las particularidades físicas y los ritmos de crecimiento podemos crear una combinación en la que las plantas se relacionen de forma positiva.
Una asociación por dónde empezar: Tomates + Lechuga + Cebolla.
El éxito de esta combinación se debe a que cada planta tiene un ritmo de crecimiento distinto, lo que permite adquirir cosechas escalonadas durante varios meses. Los pasos a seguir son:
Plantación de las tomateras, separadas unos 40 cm unas de otras. Entre ellas se plantan 2 lechugas, desde plantel, separadas entre sí unos 20 cm. Por los márgenes se plantan cebollas desde plantel, separadas unos 15 cm.
¿Qué más debo saber?
Pues en realidad todavía te queda mucho por saber. Necesitaríamos varios artículos más sobre este tema para ofrecer una información verdaderamente completa: La siembra, preparación del semillero, trasplantar, tipos de fertilizantes, herramientas…y eso sin entrar en cultivos más profesionalizados con invernaderos y demás parafernalias.
Sólo esperamos que este artículo pueda haberte dado una buena idea, pero ahora, si de verdad deseas producir tus propias frutas, verduras y hortalizas, debes seguir aprendiendo. Existen muchas páginas y material en internet que te permitirán aprender más.
Para empezar, te recomendamos seguir el siguiente enlace para echar un vistazo a este simpático Ebook gratuito en pdf sobre el Huerto urbano ecológico.
Un último consejo antes de terminar: quítate la imagen de un huerto aséptico y artificial. Un huerto urbano sólo tiene sentido si lo desarrollamos de una forma ecológica. Para practicar una agricultura ecológica tenemos que entender que en nuestros cultivos aparecerán insectos y otros organismos, parte natural de un microecosistema. De hecho, son buenos para nuestros cultivos, haciéndolos sanos y resistentes a enfermedades y plagas. Para lograr productos sabrosos y sanos, deberías abstenerte de utilizar plaguicidas y funjicidas artificiales.
¿Se puede ganar dinero con un huerto de estas características? Pues eso depende de muchos factores, pero en principio, a no ser que estés dispuesto a invertir bastante tiempo, trabajo y dedicación es poco probable que le saques mucha rentabilidad, pero si estás en desempleo y dispones de tiempo libre, puede resultar una ayuda para conseguir ahorrarnos un dinerillo mientras realizamos una bonita y saludable actividad.
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