
Where the sidewalk ends (Otto Preminger, 1950. EEUU): adaptación que narra los problemas y las peripecias de un agente de la ley amoral (Dana Andrews) tras matar, de forma accidental, un sospechoso, en el último film de estudio de Preminger para y con 20th Century Fox, un ejercicio noir menos placentero, aunque a todas luces reivindicable, de lo que acostumbraría el director de Viena en otras composiciones ajustadas al género negro anteriores, destacando la memorable Laura (1944), de la cual vuelve a coger a la misma pareja protagonista. Con un mayor control creativo sobre el proyecto (también la produjo), también demuestra una menor capacidad para crear tensión, supliéndolo con unas notables ambigüedad y densidad psicológica. Para muestra de esto último, el cierre del relato, en primerísimo plano, con Andrews esperando la reacción de su superior.






