Revista Música

Al infinito... y más allá

Publicado el 01 abril 2011 por Darioigp
Al infinito... y más allá
What time is it in the world?...
What time is it in the world?...
What time is it in the world?...
What time is it in the world?...

Y esa pregunta flota en el aire casi sin importarle no encontrar respuesta.
"... Ground control to major Tom / Ground control to major Tom...", Bowie canta como un Dios omnipresente desde su "Space Oddity". Suena, y los gritos aparecen, y efectivamente, nos vamos; nos vamos todos. Ya no hay respuesta a las viejas preguntas. Bono, The Edge, Larry, y Adam hacen su entrada como si nada; como si vinieran caminando desde su hotel y esta fuera una puerta más. Pero no lo es. Es el escenario 360º. Esa garra inmensa que, extrañamente, hace que uno los perciba más cerca. Porque es así desde el comienzo; el escenario logra algo muy particular. Ok, es gigante; pero lo es en función a ellos; y finalmente es la banda la que se "agranda", y la garra pasa a ser el marco ideal para disfrutar a U2.
Minutos antes habían estado los Muse, y no desentonaron con el entorno futurista. Creo que se adueñaron del momento de forma instantánea, y su música nos dió varias cachetadas como para hacernos dar cuenta que el show ya había empezado. Con ellos como teloneros uno se da cuenta que el 360º vino para decirnos "chicos, el rock de estadios goza de buena salud".
U2 comienza su set con "Even Better Than The Real Thing", y luego arremeten con "I Will Follow". Dos canciones de épocas que podrían contrastar en cuanto a lo sonoro (la primera de su momento dorado de modernidad, y la otra su primer hit). Pero no, todo se une, todo se abarca. El tiempo y el 360º las hace complementarse; como si se hubieran estado buscando.
En "Until The End Of The World" (séptima canción) Bono canta "...todos la estaban pasando bien, excepto tú, que hablabas del fin del mundo...", para luego ir terminando con esa frase genial "...Amor, Amor... en mi sueño intenté ahogar mis penas / pero mis penas aprendieron a nadar". Porque de eso se sigue tratando. Amor. Pero a no asustarse. En este micromundo con forma de estadio esas palabras que suenan gastadas e incluso peligrosas, aquí cobran otra fuerza. Otra vida.
What time is it in the world?...
Recuerdo que cuando vinieron por primera vez a la Argentina fue con el Pop Mart; allí tuve una experiencia reveladora: se podía encontrar humanidad y sentimiento entre luces, pantallas y tecnología de punta.
Luego, en el Vertigo Tour la cosa fue más un volver a las bases de "estrellas de rock globales" en un escenario impactante.
Pero ahora, U2 y su 360º van más allá. Ellos lograron hacer del escenario su herramienta. La garra, su increíble pantalla-comena, sus puentes; todo eso no es más importante que los cuatro tipos de carne y hueso haciendo de las suyas ahí arriba. Y es por eso que hacen del espectáculo una especie de film con principio y final.
No es como muchos pseudo críticos y comentaristas de rock con micrófono dicen: aquí la música sí importa y no esta en segundo plano. Pero bueno, la radio o diario, o canal, les paga para eso. Así que hagan su número nomás. Quizás, incluso, luego de verlos, cambien de opinión. Pero igual, no importa.
What time is it in the world?...
A los U2 se los ve contentos ahí. Y antes de que saquen su mejor cara de "y qué querés, con la guita que tienen...", les diré que en la gira anterior yo no los noté así. Parecieran reenergizados de alguna forma. "Misterious Ways" sonó como nunca, por dar un ejemplo. Larry "la pulga", The Edge "Zanetti", Adam "Pipita" Clayton, y Carlitos "Apache" Bono, tal como los y se presentó el cantante hacia la mitad del show. Sonriente todos, dejando el lugar de animador al que mejor sabe de ese menester.
Los guiños locales fueron varios; destaco dos: el que le hizo a las Madres antes de empezar "Where the Streets Have No Name" (y si, Bono también hizo el chiste ese de que "tocaban donde las calles no tienen nombre", para los extranjeros, la Ciudad de La Plata tiene sus calles numeradas), antes de empezar con ese riff lumínico de The Edge, suena el fraseo de "Mothers of the Disappeared". Y luego, hacia el final, antes de cantar esa increíble canción llamada "Momento of Surrender", Bono mencionó a Cerati, y dijo que seguramente nos escucharía cantar. Increíble. Era la frutilla del postre. Lo que faltaba para hacernos dar cuenta que que no es 360º sólo por su forma. Este espectáculo intenta abarcarlo todo, y lo hace de alguna forma en el tiempo que dura.
"...En el momento de la rendición / De la visión por encima de la visibilidad / No noté a los que pasaban / Y ellos no me notaron a mí...". Y la verdad es esa, somos seres particulares cada uno, y cada individuo vivirá todo de forma diferente. Todo eso que vimos y sentimos ya estaba en nuestra cabeza ¿o no?. Siempre estará, y estuvo, la música, y los sentimientos que fluyen en cada uno de nosotros al escucharla. Y eso mismo es lo que me deja este concierto. Pasa el tiempo; la gente; el mundo sigue girando; los escenarios mutarán; pero nada como pasarla bien, comer y beber mientras nos enamoramos de ella, la que nos habla del fin del mundo.
What time is it in the world?...
Elton John canta "Rocket Man", U2 ya se fue, y ya no somos iguales. Somos eso que justamente dice la canción:
She packed my bags last night pre-flight
Zero hour nine a.m.
And I’m gonna be high as a kite by then
I miss the earth so much I miss my wife
It’s lonely out in space
On such a timeless flight
And I think it’s gonna be a long long time
Till touch down brings me round again to find
I’m not the man they think I am at home
Oh no no no I’m a rocket man
Rocket man burning out his fuse up here alone
Mars ain’t the kind of place to raise your kids
In fact it’s cold as hell
And there’s no one there to raise them if you did
And all this science I don’t understand
It’s just my job five days a week
A rocket man, a rocket man
And I think it’s gonna be a long long time...

Al infinito... y más allá

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