Que hay overbooking de blogs es algo evidente. Ni tengo tiempo de ocuparme del mío como es debido, ni de leer posts de los que me gustan, ni de descubrir nuevos bloggers. A veces también me faltan las ganas. Hay tanta información y tanta opinión vertida por la red que en casos como este, el del disco Boys & girls de Alabama Shakes, te planteas si el mundo necesita tu post. Desde luego que no lo necesita, no vas a aportar nada que no se haya dicho, pero lo haces por ti, por tu ego, porque quieres expresar lo que te sale de dentro cuando escuchas a esta banda. A partir de aquí, el mundo puede necesitar o no otro post de Alabama Shakes, qué más da; cuando llevas años en esto de los blogs descubres que solo lo haces por ti, que tu blog es la isla en la que te apetecería pasar un buen fin de semana, y que si hay millones de islas más, pues bueno, que lo disfruten. Boys & girls, qué disco. Nunca me han preocupado las etiquetas, por eso Rockdelux es una revista tan ridícula, inventando nuevas y estúpidas etiquetas para cada disco; a mi me dan igual las proporciones de southern, de soul o de blues que mezclan Brittany Howard y los suyos. Solo sé que este disco es perfecto desde que empieza hasta que termina, que me refresca engañarme a mi mismo y pensar que nunca he escuchado nada igual, que habiendo agotado todo el catálogo a los de Daptone Records, este es el disco que me pide el cuerpo, aunque tampoco encajaría en la disquera de Brooklyn, digo. La sensación es que mi verano musical va a estar girando alrededor de este disco y del de Chris Robinson Brotherhood. Ventanas abiertas, airecito cálido, voces de las terrazas de la calle, alguna sirena de ambulancia, y el sonido de temas como You ain´t alone o Heartbreaker para hacerme el final del día un poco más suave.
CD