Revista Cocina
El tiempo poco a poco empieza a cambiar. Vamos dejando atrás los calores y vamos dando la bienvenida a las noches y las madrugadas mas frescas, a la lluvia, a menos horas de sol... No se si os pasa, pero a mi a pesar de que el otoño me encanta, muchos días me da melancolía... supongo que recuerdo el verano, las noches en la terraza, las vacaciones, las fiestas de mi pueblo.... Muchas cosas maravillosas que suceden en verano.
Aunque la verdad es que el otoño se anticipa con muchos momentos que seguro que serán muy felices. Los puentes de otoño son para aprovecharlos!! Y tenemos planes muy chulos con familia, amigos y en pareja... Si me seguís por Instagram pronto podréis ver algunos de ellos!!.
Hay platos que se cocinan muchas veces en casa. Son con los que aciertas seguro. Los que hacen que no quede ni rastro en el plato. Y no se muy bien porque hay muchos que aun no tienen su reflejo en el blog... Así que poco a poco me he propuesto publicarlos todos. Uno de ellos son estas riquísimas albóndigas con sepia. Un mar y montaña. Muy casero. Muy rico. De los de tener un buen trozo de pan cerca porque la salsa es totalmente adictiva.
Y en casa nos gusta con sepia "sucia". Es verdad que el color de la salsa quizás no sea el mas apetecible, por "culpa" de la tinta de la sepia. Pero os aseguro que en sabor no tiene rival. Deliciosas!!
Venga, que puede ser un plato perfecto para preparar durante el fin de semana!.
INGREDIENTES
Para las albóndigas y la sepia:
500g Sepia "sucia" (con su tinta y su salsa)
700g Carne de pollo y cerdo picadas a partes iguales
2 dientes de ajo
Unas ramitas de perejil
Un poco de miga de pan remojada en leche (unos 50g)
1 huevo
Sal
Pimienta
AOVE
Para la salsa:
50g de guisantes
1 Cebolla
Una rama de apio
Una zanahoria
Dos cucharadas de salsa de tomate casera
Un puñado de almendras tostadas
Una rebanada de pan frito
2 dientes de ajo
Una hoja de laurel
Un chorrito de coñac
La salsa y la tinta de la sepia
Un buen vaso de caldo de pescado
Agua
Aceite de oliva
Sal
ELABORACIÓN
Primero preparamos las albóndigas. En un bol mezclamos bien la carne picada, con el diente de ajo y el perejil muy picadito, el pan remojado en leche y el huevo. Le añadimos sal y pimienta y removemos bien, que quede bien mezclado.
Vamos formando bolas que freímos en una sartén con aceite de oliva bien caliente hasta que estén doraditas. Yo prefiero no enharinarlas porque quedan más ligeras, pero si lo preferís, podéis enharinarlas ligeramente antes de freírlas. Cuando estén listas, retiramos del fuego y las ponemos sobre papel absorbente. Reservamos.
En la misma sartén y con un pelin mas de aceite de oliva salteamos ligeramente la sepia que previamente habremos limpiado y cortado en trozos. Reservamos.
Vamos ahora a por la salsa. En una cazuela grande (nos tiene que caber todo al final...), echamos un poquito de aceite de oliva virgen extra y sofreímos la cebolla, la zanahoria y el apio, bien picaditos, junto con la hoja de laurel. Cuando empiece a coger color, añadimos la salsa de tomate y sofreímos todo junto. Vertemos el coñac y añadimos la salsa la tinta de la sepia. Dejamos que evapore el alcohol.
Añadimos entonces la sepia y las albóndigas. Regamos con el caldo de pescado y acabos de cubrir, si es necesario, con un poquito de agua. Tapamos y dejamos cocinar todo junto unos 10 minutos. Añadimos los guisantes y cocinamos 5 minutos mas.
Mientras tanto, vamos preparando el majado que añadiremos a la salsa. Para ello, picamos bien las almendras tostadas, los dientes de ajo y la rebanada de pan frito. Lo añadimos al guiso. Rectificamos de sal y dejamos cocinar unos 5 minutos más.
Como casi todos los guisos, está más rico de un día para otro. Es ideal acompañarlo por arroz blanco o puré de patatas.