Revista Cocina
Si hay una prepración en la cocina que admite practicamente cualquier ingrediente esas son las albóndigas, las reinas del aprovechamiento en la cocina. Y si además las preparas seleccionando los ingredientes y pensando combinaciones interesantes pueden surgir albóndigas como estas: increiblemente ricas, super nutritivas, sabrosas y además sin gluten...una nueva receta con que colaboro para El Granero Integral.
Necesitamos, para 12 albondigas pequeñas.
3 vasos de Copos de Trigo Sarraceno (El Granero Integral)2 vasos de caldo de verdura (o agua más pastilla de caldo sin glucamato)1 pizca de pimienta negra1 pizca de sal del Himalaya1 pizca de romero seco1 pizca de comino en polvo1 cucharada colmada de semilas de amapola2 cucharadas de harina de trigo sarraceno 1 cucharada de aceite de oliva (para freir las albóndigas)
Para la salsa de Zanahorias:
4 zanahorias1/2 cebolla2 ajos1 cucharada de salsa de tomate frito1 pizca de jengibre en polvo1 pizca de sal del Himalaya1 cucharada de aceite de olva virgen extra
Para hacer las albóndigas pondremos a calentar el caldo de verduras, una vez caliente, sin que llegue a hervir retiramos del fuego, en el añadimos los copos de trigo, las especias, la pimienta y la sal, mezclamos bien y reservamos. Veremos como según va enfriando va espesando la masa. Una vez tenemos la masa manejable (una media hora después) le anadimos las semillas de amapola, mezclamos de nuevo y tenemos nuestra masa de albóndigas lista.
En un plato ponemos la harina de trigo sarraceno para enharinar las albóndigas. Vamos haciendo pequeñas bolitas con la masa, pasamos por la harina y tras esto las vamos friendo en aceite de oliva (u otro al gusto), las podemos freir con sólo una cucharadita de aceite y dándoles vueltas para dorar todas las partes, sin llegar a dejarlas secas. Otra opción que os doy es hacerlas en plan filetitos y hacerlas en el horno 3 minutos por cada lado, pero quedan más secas. Una vez fritas, las pasamos a un papel de cocina para retirar el exceso de aceite y reservamos.
Para la salsa, vamos a poner a calentar el aceite, añadimos el ajo, la cebolla picadita y la zanahoria en rodajitas muy finas para que se cocine antes... pasados unos 10 minutos añadimos la salsa de tomate frito, salamos, añadimos una pizca de jengibre en polvo y lo dejamos un par de minutos. A estas alturas la zanahoria ya estará semiblanda. Pasamos todo a un recipiente para batir y batimos. Volvemos a incorporar a la sartén le damos un calentón final para incorporar bien los sabores y lista para servir.
Para emplatar ponemos una base de salsa de zanahorias, una camita de arroz basmati que he cocido con un poco de curry en polvo y unas pasas (opcional) y sobre ello las albóndigas.
La textura de las albóndigas es masticable y al mismo tiempo nos vamos encontrando el crocante de las semillas que aporta un extra muy divertido a la hora de comerlas, el suave de la salsa con el punto picantito del jengibre casan a la perfección tanto con las albóndigas como con el arroz.
¡¡Que aproveche!!