Revista Cocina
Que he utilizado (para 2 personas):
Para las albondigas:
300 gr. de sepia limpia
20 gr. de pan rallado
1 yema de huevo
1/3 cucharadita de café de ajo en polvo
1 cucharadita de perejil picado
pimienta
harina
aceite de oliva
Para la salsa:
1/2 cebolla (unos 90 gr.)
1 zanahoria (unos 60 gr.)
1 guindilla
60 ml. de vino blanco
200-250 ml. de caldo de pescado o verduras
1 cucharada de harina
sal
aceite de oliva
Como lo he hecho:
He troceado y picado en la picadora la sepia. La he mezclado en un bol con el resto de los ingredientes, excepto la harina y el aceite. He tapado el bol y lo he dejado reposar durante 30 minutos en la nevera.
Mientras he pelado y picado muy fina la cebolla y he pelado y troceado la zanahoria en finas lonchas.
He puesto una sartén amplia a fuego medio con dos cucharadas de aceite y he rehogado la cebolla junto con la guindilla y una pizca de sal. Cuando ha perdido la tirantez he añadido la zanahoria y he rehogado hasta que han tomado color. Le he añadido el vino blanco y he cocinado hasta que ha evaporado. Le he añadido una cucharada de harina, la he rehogado unos segundos y a continuación le he añadido el caldo. He cocinado a fuego medio mientras he preparado las albóndigas.
He formado las bolitas de las albóndigas las he rebozado en harina y las he frito en abundante aceite caliente por ambos lados hasta que has estado doradas. Las he sacado a un plato sobre papel absorbente.
Cuando la salsa ha comenzado a hervir, he introducido las albóndigas y he dejado que se cocinasen a fuego medio bajo durante 20 minutos. He retirado del fuego y he dejado reposar 5 minutos.
Y este es el resultado:
Bueninisimas, para chuparse los dedos.