Alcanza tus metas (de una vez por todas)

Me gusta plantearme objetivos y trabajar por conseguirlos. Es difícil cuando las cosas se tuercen y hay que cambiar la estrategia, pero soy de las que piensan que, pase lo que pase, el fin último, el objetivo, la meta que nos hemos planteado, no tendría que cambiar. A lo mejor sí nuestra forma de dedicarnos a ella, nuestra manera de enfrentarnos a los obstáculos o nuestro plan para alcanzarla, pero por eso siempre digo que la vida está hecha a base de ensayos y errores, de caídas y renacimientos. Y que lo importante es no perder nunca de vista el objetivo final.

Hoy te traigo un sencillo Plan de 5 pasos para lograr tus metas. La clave de este plan se basa en la simplicidad, en la constancia y en el trabajo. También en ser ambicioso (pero no por ello marcarse metas gigantes e infinitas que nos puedan hacer sentir frustrados) y en ser coherente. ¿Te apetece conocerlo?

1. Analiza tus metas actuales

¿Eres capaz de hacer una breve lista con los principales objetivos que tienes en mente en este momento justo de tu vida? Hazla y colócala en un lugar visible. Después analiza qué hay detrás de cada uno de esos objetivos. Piensa en si son metas serias, de esas que te harán sentirte realizado cuando las cumplas o si simplemente son metas típicas que no representan para ti lo más mínimo pero que, de cara a los demás, por ejemplo, son las metas que deberías tener. Chequea la lista de vez en cuando, y piensa en todos tus objetivos y en si hay alguno que ya no te inspira o ya no te motiva conseguir. Táchalo. Sé realista. No es malo quitar una meta de la lista, porque si realmente no quieres conseguirla, tendrás más tiempo y energía para dedicar a las que sí son realmente importantes.

2. ¿Te agobian las metas grades? Divídelas en pequeños retos

Conozco esa sensación. Un objetivo es demasiado grande o a lo mejor está planteado a demasiado largo plazo, y eso hace que te desmotives porque no ves nunca el final, la cima de la montaña. El truco para que estos objetivos grandes no te creen ansiedad y no te parezcan imposibles de alcanzar, es seccionarlos en pequeños retos a más medio/corto plazo que te sean más accesibles, pero no por ello menos gratificantes. Por ejemplo, no es lo mismo: ACABAR LA CARRERA, que APROBAR LOS PARCIALES DE FEBRERO DE PRIMER CURSO (y luego los de junio, y luego los de segundo curso…); o  PUBLICAR UN LIBRO, que ESCRIBIR EL PRIMER CAPÍTULO (y luego el segundo, el tercero…).

3. Comparte tus metas

Implicar a alguien más en tus objetivos, compartirlos con los demás e incluso contar tus pequeños progresos para alcanzarlos, puede ser una buena forma de mantenerte motivado y de que, cuando tu propia credibilidad en ti mismo falle, tengas a alguien que te anime a continuar y te dé aliento cuando sientas que no puedas más. El apoyo es fundamental.

4. Deja de ser tan perfeccionista

Párate a pensar si esa aptitud perfeccionista que tienes es lo que te está impidiendo avanzar en lograr tus metas. ¿No pasas al siguiente escalón porque no te gusta que las cosas estén sólo “bien”? Si la respuesta es sí, tienes que cuestionarte si tu perfeccionismo es una aptitud o un obstáculo, ya que lo estás utilizando mal. Recuerda que lo importante para lograr las metas es avanzar, por tanto, si hay algo que nos lastra y nos obliga a pisar el freno, no avanzamos. Intenta plantearte los aspectos de tus metas no como cosas cerradas, sino como cosas que puedes ajustar y perfeccionar más tarde.

5. Permítete un tiempo al día para ti

Conseguir nuestras metas puede hacernos sentir realizados y bien con nosotros mismos. Pero es necesario recordar que la vida no es sólo entrare en un bucle de plantearse metas y alcanzarlas. Porque lo primero que necesitas para lograr tus objetivos es, sobre todo, tener la mente despejada, para poder pensar con claridad. Y para eso tienes que separar los ratos en los que te dediques fundamentalmente a dar pasos en busca de tus objetivos y aquellos ratos en los que simplemente necesitas relajarte, crear algo totalmente diferente, desconectar, salir con amigos, o buscar nuevas cosas que inspiren tu vida y te hagan sentirte realizado también.

El resto, fundamentalmente, depende de ti. Y de tu trabajo y constancia. Si tú quieres de verdad conseguir tus metas, nada podrá frenarte.

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