Toledo, ciudad de símbolos y de elección, historia natural y humana de la Historia ibérica.
En esta mitad del siglo XI, Toledo, en su más genuina representación, es un alcázar de rostro duro y hermético, con murallones rodeados de fosos, cubos almenados y como señales civiles, apenas algunos ajimeces, cuyo fino parteluz contrasta con el semblante del ceñudo edificio.
Concha Espina. Casilda de Toledo (1940)