Alcorlo, un pueblo bajo las aguas

Hace unos meses entonamos un réquiem por el pueblo de Alcorlo, pero no lo contamos todo. Porque han de saber que antes de la construcción del pantano, este pueblo tenía historia y vida, como se encargan de recordar sus hijos.Su origen puede remontarse a los romanos, como lugar de aprovisionamiento y descanso de viajeros que seguían la calzada romana por el valle del Bornova hasta el puerto de Somosierra, tras cruzar el río por el Congosto. En la Edad Media fue construido un bellísimo puente (romano), de un ojo que ha sobrevivido a las crecidas y a la construcción de la presa. Hoy su estado es lamentable.

Vigilando el puente y cobrando el peaje estaba el castillo de Corlo, del que solo se conserva parte de su muralla. Inicialmente fue torre de vigilancia árabe de la Marca Media y sobre ella se construyó un torreón cuadrado, del que se tiene constancia en el siglo XV. Tras la traición de D. Juan de Tovar a su rey, pasó a depender de la villa de Jadraque. Hoy pertenecen al estado y solo quedan ruinas. Alcorlo mantuvo su importancia en el siglo XVI, con 36 vecinos, puente y molino harinero a orillas del Bornova, como detallan las Relaciones Topográficas de Felipe II.

Sus gentes vivieron en paz durante siglos (como muestran las fotos de Royo), hasta que las aguas cubrieron sus calles y campos en los años setenta. Sus tierras pasaron al término de La Toba, a pesar de la mayor cercanía de San Andrés del Congosto. Los serranos que nos preguntamos quienes proyectaron este embalse de 180 Hms sobre un río cuya aportación de agua nunca fue abundante (no se recuerda una sola vez que el pantano estuviera lleno). Para los servicios que presta (riego, pesca, navegación, baño y apoyo al embalse de Beleña) había otras opciones.

Lar-ami

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