El próximo viernes 13 de mayo se estrena “Alexia”, después de su presentación en Madrid la semana pasada. Se trata de una película documental en torno a la chica del título, nacida en Madrid en 1971 y fallecida en Pamplona con sólo catorce años. El trabajo llega un poco como muestra de agradecimiento al testimonio de esta adolescente que supo llevar el cáncer con alegría, y también otro poco como reacción al maltrato que recibió en “Camino”, la película de Javier Fesser. Entonces se recreaban sus últimos días mezclando realidad e imaginación, religión y romance adolescente… con el toque fantástico típico del director y con ataques al Opus Dei y al sentido trascendente del dolor.
Ahora, los guionistas Pedro Delgado y Jerónimo José Martín tratan de poner un poco de seriedad a la imagen de la joven y de luz a su vida, con entrevistas y documentos gráficos, con opiniones y recuerdos… De esa manera, pretenden huir de la hagiografía y hacer una aproximación periodística y rigurosa a la vida de Alexia González Barros, para que después el espectador saque sus propias conclusiones. Con una Alexia que se dirige al espectador en primera persona y que así aporta ficcionalidad al relato, con una planificación ágil que incorpora los vídeos domésticos grabados por su padre y la animación en la que se formó Pedro Delgado, se nos ofrece un documental arriesgado y novedoso que refleja la vida normal de “una adolescente que miró a Dios cara a cara” (subtítulo de la película), y también una película tan modesta y sin pretensiones como sincera y entrañable.
“Alexia” hay que situarla dentro del cine que busca hacer mejor al espectador. No es un cine de evasión ni de entretenimiento ni tampoco una película en la que sus directores traten de dejar su sello de autor o que pretendan innovar con las formas cinematográficas. Su intención es ayudar a quien se sienta en la butaca presentándole la vida ejemplar de quien supo enfrentarse al dolor, arropada con el cariño familiar y con su fe en Dios. No se maquilla la realidad ni se falsea con prejuicios, sino que su mirada es humanista y edificante, tierna y positiva, en la línea de otros documentales con la enfermedad de telón de fondo como eran “Las alas de la vida”, “Una cierta verdad” o “Bicicleta, cuchara, manzana”, cada uno con su particular perspectiva de la cuestión.
El espectador puede reír, llorar y conmoverse con “Alexia”, a la vez que siente la pena y el dolor por su sufrimiento y su muerte… pero eso no es malo, cuando se mira con sus ojos llenos de alegría y esperanza. Por eso y por la honestidad de la propuesta, la película se nos presenta como una buena oportunidad para ir al cine y descubrir la verdad de una vida marcada por el dolor y el amor.
En las imágenes: Fotogramas de “Alexia” – Copyright © 2011 Formato Producciones, Alquitara Films y European Dreams Factory. Distribuida en España por European Dreams Factory. Todos los derechos reservados.