Revista España
Pocas veces una tiene la oportunidad de viajar a una ciudad con encanto, conocer a aficionados cabales, dar una conferencia a sala llena mano a mano con Javier Arroyo, firmar libros hasta agotar la venta, recibir un cuadro como socia de honor, comer a cuerpo de reina y, además, traer el coche lleno de obsequios. Porque pocas veces suena el teléfono y te llaman del Club Taurino de Alfaro.
Ya me había advertido Pablo Hernández, compañero de laSexta Noticias y alfareño de pro, que las gentes de allí son mucho buenas. Y yo, que siempre tiendo a pensar que la gente exagera cuando habla de su tierra -será porque no me siento de ninguna parte-, tengo que reconocer que no se pasó ni un pelo.
Uno llega allí y piensa que lo mejor que pueden ofrecerte es una buena copa de rioja. Y sí, eso también. Pero te dejan con la boca abierta cuando te llevan a ver su impresionante Colegiata de San Miguel (Monumento Nacional, construido entre los siglos XVI y XVII, el mayor templo de La Rioja) y luego se encargan de que la cierres (y la abras, y la vuelvas a cerrar, y así hasta que tengas que pedir la sal de frutas) cuando ponen frente a ti esa gastronomía riojana tan monumental como el templo que acoge la mayor concentración urbana de cigüeñas en todo el mundo: espárragos que saben (y huelen) a tales, sin hebras con las que pelearte; aceites exquisitos; unos pasteles rusos que se deshacen en la boca...
Lástima que me quedé sin ver el azulejo que el Club Taurino puso en la plaza de toros para conmemorar el indulto de "Peleón", de Fernando Peña, que firmó Diego Urdiales en la feria de 2011. Es una de las señas de identidad más recientes de este grupo de aficionados, que llevan desde 1978 currando mucho y bien por y para la fiesta. Sin duda, un ejemplo a seguir.
Si os dejáis caer por allí, no dejéis de comer en el Asador San Roque y haced noche en el Hotel Palacios. Si tenéis la oportunidad de que os enseñen su enoteca, os sorprenderá el gusto con el que se rinde homenaje a las señas distintivas de una región con tanto que disfrutar como La Rioja.