Esta exposición fue organizada por El Museo de Arte de Cerdanyola gracias a la gran colección particular de Jordi Griset. Esta pequeña ciudad, al lado de Barcelona, fue elegida ciudad de vacaciones durante el Modernismo por artistas, intelectuales y por la burguesía barcelonesa. El museo está ubicado en una hermosa casa, Can Domènech.
Por primera vez se valora la baldosa hidráulica tan característica del Modernismo Catalán y de la arquitectura de la época entre 1890 y 1930. La exposición nos presenta los orígenes, los principales fabricantes, la técnica de elaboración y la evolución del diseño
Desconocido Arte Modernista
De todas las artes aplicadas, la baldosa hidráulica es la más original y la más desconocida. Probablemente porque fue creada para “pisarse”.
Sus diseños traspasaron fronteras y se adaptaron al nuevo gusto del Art Decò francés. Las empresas que manufacturaban las baldosas, contaron con artistas y arquitectos para sus diseños: Alexandre de Riquer, Lluís Domènech i Montaner, Josep Puig i Cadafalch, Antoni Maria Gallissà o Rafael Masó.
Actualmente está nuevamente resurgiendo y poniéndose de moda entre la nueva arquitectura, no solo su conservación y restauración.
Nuevos diseños: Sybilla (2001); Manuel Bañó(2015); Carme Piños (2014)
Alfombras de cemento
Desde tiempos ancestrales, el hombre ha creado espacios para vivir uniendo la funcionalidad y la belleza, siendo necesario nivelar los suelos y creando suelos cerámicos de todo tipo: mosaico, baldosas, pavimentos continuos, etc.
A partir de 1880 los suelos pierden su aspecto funcional y sus complejos diseños pasan a recordar auténticas alfombras persas: un dibujo central y una cenefa perimetral. Los motivos principales recordaban el mundo vegetal y parecían estar tejidos.
La baldosa se crea a partir del mortero de cemento hidráulico, endurecido en contacto con el agua, que se vertía sobre un molde y se prensaba posteriormente. Elaboradas a mano, de una en una, la medida estándar era de 20cm X 20cm. La técnica de elaboración provenía de Francia y llegó a Cataluña en 1866.
A medida que abarca el S. XX se utilizan colores claros, loa clientes se inclinan por los colores cálidos, tierra y se potencia el blanco para darle a los ambientes un tono más familiar y no tan sobrecargado. Los dibujos se van simplificando.
Algunos modelos de baldosa hidráulica de la colección particular de Jordi Griset:
Algunos modelos de los catálogos de la época. Los clientes tenían a su disposición dentro de un mismo modelo o diseño, la posibilidad de realizar distintas “alfombras” en función de las distintas piezas de las que se componía el diseño escogido.
Algunos carteles publicitarios modernistas de las fabricas de baldosas de principios del S, XX en España.