Alfonso Carlos de Borbón y Austria Este, duque de San Jaime y duque de Madrid, nació en Londres, el 12 de septiembre de 1849. Era hijo de don Juan de Borbón y Braganza y de Su Alteza Real doña María Beatriz de Austria-Este. Los primeros años de su vida junto a su hermano Carlos en Módena y en la Corte de su tío el duque de Módena Francisco V. Más tarde vivió en Praga y Viena junto a su tío el emperador de Austria. Tras realizar un viaje a los santos lugares junto al duque de Módena, el 29 de junio de 1868, ingresó, como soldado, en los Zuavos Pontificios, donde en septiembre de 1870, durante el Sitio de Roma, encuadrado, junto a otros españoles, en la sexta compañía, segundo batallón, se distinguió como alférez en la defensa de la Puerta Pía. Al entrar las tropas garibaldinas fue hecho prisionero y una vez liberado, partió hacia Tolón (Francia) desde donde pasó a Vevey (Suiza) junto a su hermano Carlos. El 26 de abril de 1871 contrajo matrimonio en Kleinheubach (Alemania) con María de las Nieves de Braganza, hija del difunto rey de Portugal, don Miguel I y de la princesa Adelaida de Löweinstein.
Al iniciarse las Guerras Carlistas, fue nombrado por su hermano don Carlos María de Borbón y Austria-Este (Carlos VII) general en jefe del Ejército de Cataluña, adonde llegó a comienzos de 1873. Allí participó en la toma de Ripoll, la toma de Berga, el ataque a Puigcerdá y la acción de Alpens. Más tarde pasó a Navarra, tomando el mando de los ejércitos de Cataluña y Centro a su vuelta. El primero de ellos, se lo encomendó al general Tristany para pasar de Aragón a Valencia; participando en las acciones de Gandesa y Alcora, en los dos ataques a Teruel y en la toma de Cuenca en julio de 1874. Organizó las tropas de las provincias de Guadalajara y Cuenca que pasaron a las órdenes del brigadier Villalain. Intentando seguir los planes que ideara Cabrera en la primera guerra buscó extender la lucha a otras zonas; para lo cual, organizó la expedición del coronel Lozano hacia Alicante y Murcia; la del brigadier Villalain hacia Aranjuez, e intentó, con escaso éxito que el coronel Madrazo, al mando de las fuerzas aragonesas, obstaculizar las comunicaciones ferroviarias entre Madrid y Zaragoza. Las expediciones tuvieron poco éxito y don Alfonso, tras entregar el mando del Ejército del Centro, de forma interina al general Gerardo Martínez Velasco, pasó el Ebro por Flix el 20 de octubre de 1874 con el batallón de Zuavos y una escolta de fuerzas del Maestrazgo a las órdenes de Cucala. Desde la Seo de Urgel ya ocupada por los carlistas pasó a Francia. Una vez acabada la guerra, desde Francia, se retiró a Gratz (Austria). A lo largo de toda la contienda, siempre contó, con la presencia de su esposa, María de las Nieves, la cual recorrió todos los campos de batalla, con lo que alcanzó gran popularidad entre los carlistas.
A partir de los años ochenta, su actividad se centró en los viajes y la lectura. Inició en Europa una interesante campaña antiduelista y publicó diversos artículos de política internacional en periódicos como El Correo Español.
A la muerte de su sobrino don Jaime Pio de Borbón y Borbón-Parma (Jaime II), hijo de Carlos VII, en París el 2 de octubre de 1931 fue nombrado jefe de la Comunión Tradicionalista y sucesor dinástico con el nombre de Alfonso Carlos I. En este período hubo de solucionar los problemas provocados por la escisión mellista, el integrismo, etc. Conseguida, poco antes del comienzo de la guerra de 1936 la unión de los distintos grupos carlistas firmó la orden de adhesión y levantamiento carlista en dicho conflicto.
Murió en un accidente en Viena el 28 de septiembre de 1936 sin sucesor directo abriendo con ello un importante debate interno en el seno del carlismo.
Ramón Martín