Revista 100% Verde

Algo más que orugas

Por Ion Colino García
Un amigo horticultor nos cuenta:
-Hoy, a la tarde, mientras recogía algún tomate, me encuentro, por casualidad,- pues estaba muy camuflada-, una oruga precisosa, grande, majestuosa, de colores increíbles, en fin, un placer para los sentidos. Sin pensarlo, sin caer en la tentación de aplastar, ni pensar en los posibles daños a la tomatera, y a falta de todo tipo de conocimiento sobre ella, me lanzé al rescate y la puse a salvo de alguno de mis queridísimos familiares, alérgicos a todo tipo bichillo reptante-.
Si compañeros, sabia actitud la de nuestro amigo.
Cuando hablamos de orugas, siempre nos viene a la cabeza la imagen de activos devoradores de hojas, perniciosos barrenadores o agujereadores de frutos y bayas. Si bien por norma general esta idea se cumple, siempre hay algún género de ciertas familias que son la excepción y destacan por ser un tanto inactivas, produciendo ciertos daños que nada tienen que ver con las orugas de la gran mayoría de las mariposas.
Hablo de la familia de los Esfingidos (esfinges); ya simplemente por su escasez no suelen representar apenas peligro alguno y en contadas ocasiones se convierten en plaga que merezca la pena tratamiento. Evidentemente se alimentan de hojas de multitud de plantas, pero digamos que llevan un ritmo un tanto pausado, probablemente aburriría hasta al más paciente de nosotros. Debido a esta cierta lentitud y reducida población se las recuerda más  por su singular hermosura y tamaño que por su apetito y posibles daños. Son grandes, muy grandes, de vistosos coloridos y formas; sus progenitores, la gran mayoría nocturnos, son fascinante acróbatas aéreos cuyos vuelos rozan la perfección. Los hay también géneros diurnos como esfinge colibrí (Macroglossum stellatarum) y esfinges abejorro (Hemaris fuciformis, H.tytus), siendo sus adultos los que se dedican a una misión mucho más pacífica que la prole de la gran mayoría de las mariposas, sencillamente a polinizar flores cuyos cálices son inaccesibles a otros insectos.
He aquí algunas orugas de esta singular familia que merece la pena disfrutar y respetar:
NOCTURNAS
ALGO MÁS QUE ORUGAS                                                  Esfinge calavera ( Acherontia atropos)
ALGO MÁS QUE ORUGAS
                                                    Esfinge de la vid (Eumorpha satelita)
ALGO MÁS QUE ORUGAS                             
                                                 Esfinge del aligustre (Sphinx ligustri)
ALGO MÁS QUE ORUGAS 
                                               Esfinge de la correruela ( Agrius convulvuli)
DIURNAS
                                       
ALGO MÁS QUE ORUGAS
Esfinge colibrí ( Macroglossum stellatorum)
ALGO MÁS QUE ORUGAS
Esfinge abejorro( Hemaris tityus)
ALGO MÁS QUE ORUGAS
Esfinge abejorro de orla ancha (Hemaris fuciformis)
Ahí va un consejillo: antes de actuar estudiar al "enemigo", quizá nos sorprendamos.
Hasta otra.
Ion

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