Un amigo horticultor nos cuenta:
-Hoy, a la tarde, mientras recogía algún tomate, me encuentro, por casualidad,- pues estaba muy camuflada-, una oruga precisosa, grande, majestuosa, de colores increíbles, en fin, un placer para los sentidos. Sin pensarlo, sin caer en la tentación de aplastar, ni pensar en los posibles daños a la tomatera, y a falta de todo tipo de conocimiento sobre ella, me lanzé al rescate y la puse a salvo de alguno de mis queridísimos familiares, alérgicos a todo tipo bichillo reptante-.
Si compañeros, sabia actitud la de nuestro amigo.
Cuando hablamos de orugas, siempre nos viene a la cabeza la imagen de activos devoradores de hojas, perniciosos barrenadores o agujereadores de frutos y bayas. Si bien por norma general esta idea se cumple, siempre hay algún género de ciertas familias que son la excepción y destacan por ser un tanto inactivas, produciendo ciertos daños que nada tienen que ver con las orugas de la gran mayoría de las mariposas.
Hablo de la familia de los Esfingidos (esfinges); ya simplemente por su escasez no suelen representar apenas peligro alguno y en contadas ocasiones se convierten en plaga que merezca la pena tratamiento. Evidentemente se alimentan de hojas de multitud de plantas, pero digamos que llevan un ritmo un tanto pausado, probablemente aburriría hasta al más paciente de nosotros. Debido a esta cierta lentitud y reducida población se las recuerda más por su singular hermosura y tamaño que por su apetito y posibles daños. Son grandes, muy grandes, de vistosos coloridos y formas; sus progenitores, la gran mayoría nocturnos, son fascinante acróbatas aéreos cuyos vuelos rozan la perfección. Los hay también géneros diurnos como esfinge colibrí (Macroglossum stellatarum) y esfinges abejorro (Hemaris fuciformis, H.tytus), siendo sus adultos los que se dedican a una misión mucho más pacífica que la prole de la gran mayoría de las mariposas, sencillamente a polinizar flores cuyos cálices son inaccesibles a otros insectos.
He aquí algunas orugas de esta singular familia que merece la pena disfrutar y respetar:
NOCTURNAS
Esfinge calavera ( Acherontia atropos)
Esfinge de la vid (Eumorpha satelita)
Esfinge del aligustre (Sphinx ligustri)
Esfinge de la correruela ( Agrius convulvuli)
DIURNAS
Esfinge colibrí ( Macroglossum stellatorum)
Esfinge abejorro( Hemaris tityus)
Esfinge abejorro de orla ancha (Hemaris fuciformis)
Ahí va un consejillo: antes de actuar estudiar al "enemigo", quizá nos sorprendamos.
Hasta otra.
Ion