Este es un título que luce muy comercial y realmente es así. Esta vez nos referiremos al más importante de los productos existentes en el mundo, la educación, especialmente esa educación que ofrecen los centros educativos privados, por la cual generalmente se paga mucho dinero, que muchas veces no parecería o que no hay doliente o hay demasiado para gastar, sin importar la calidad del producto que me van entregar y que debe estar preparado para seguir adelante hasta alcanzar un título académico.
Esto no puede generalizarse pero la mayoría de los egresados de la educación Media dominicanana asisten a las universidades, considerando como profesionales de segunda a todos aquellos que reciben una formación técnica, lo cual no debería ser así, pero ese problema lo abordaremos más adelante en otro trabajo.
Nos gustaría saber que padres o tutores examinan el nivel académico de sus hijos cuando terminan la educación Básica y luego la educación Media. Generalmente se pagó mucho dinero por la formación de un estudiante que debería tener la preparación suficiente para enfrentarse con estudios universitarios con los menores tropiezos posibles, pero las cosas no ocurren así. Las universidades reciben un producto por el que se pagó muy caro y está obligada a hacer una especie de recauchado impartiendo cursos remediales, especialmente en matemática y ciencia, por supuesto hay problemas en el manejo de la ortografía y otros aspectos importantes en el manejo de la lengua.
Si las universidades que trabajan con seriedad aplicaran una prueba que incluyera los temas fundamentales de las asignaturas de ciencia y matemática. es casi seguro que muy pocos lo aprobarían, porque no sólo hay un problema de nivel, sino también de metodología, porque todo termina en el saco del olvido.
Hace falta que la familia se involucre más en darle seguimiento a la formación de sus hijos, no sólo en los niveles Básico y Medio, sino también en el nivel universitario, especialmente si son los padres los que están pagando altas sumas de dinero por una educación que no tiene la calidad que debería tener para ser un verdadero agente de cambios morales, espirituales y socioeconómicos.