Revista En Femenino
Estos días me siento más insegura que nunca. Basta con ver las noticias y escuchar lo que está ocurriendo en nuestro país y en el resto del mundo para darse cuenta que cada vez es más difícil mantenerse vivo. Una pareja de ancianos murió luego que fueron asesinados por unos asaltantes que lograron acceso a la residencia brincando de casa en casa. A una señora la asaltaron mientras estaba frente a su casa, atendiendo a un empleado de una compañía de cables. A varias personas las han asaltado saliendo del supermercado o de algunas tiendas por departamentos. A otras personas le hacen daño solo por llevarse una billetera con dos o tres pesos, un celular o simplemente por llevarse su auto.
El miedo se está apoderando de mucha gente y me incluyo en ese grupo. Me da miedo salir a comprar algo, a sacar la basura frente a mi casa o incluso permitir que mi niño juegue en el patio de nuestro hogar. Todo el que se me acerca y que no conozco se convierte inmediatamente en un potencial asaltante, peor, asesino. Me bajo y me subo del auto mirando para todos lados, con temor de que alguien vaya aparecer de la nada y nos haga daño. Me detengo en una luz roja con el corazón en la mano porque me aterra pensar que alguien romperá el cristal o nos amenazará con una pistola para que le entregue las llaves del carro. Me bajo a echar gasolina rezando para que no ocurra nada malo. Incluso, ya ni ando con efectivo pero entonces me da miedo que me secuestren para obligarme a retirar dinero cada 24 horas de mi ATH. Claro que no pasaría de 24 horas porque en estos tiempos ya ni para ahorrar alcanza.
Me duele el país que le estamos dejando a nuestros hijos. Me duele que mi niño no pueda vivir con la libertad que lo hice hace 30 años. Me duele que tenga que pasar tanto tiempo entre cuatro paredes porque vivimos presos de los maleantes, de la gente sin escrúpulos, de los humanos que deciden que es un buen día para robar, matar a alguien o hacer un carjacking. Me duele que sigan pasando los años y esto, lejos de resolverse, empeora.
Hago todo lo humanamente posible por criar a un niño con valores, responsable con él, su familia y su país. Ciertamente la sociedad no me lo hace tan fácil. La contaminación espiritual es terrible y contra eso luchamos todos los días. A veces digo, tenemos que salir y vivir, no podemos dejarle nuestras calles a esta gente mala. Luego regresa el miedo y con el se esfuma la esperanza de recuperar lo que hemos perdido.
¿Algún día podremos recuperar nuestra libertad? Quien sabe. Pero si seguimos haciendo lo que hasta ahora, ya sabemos la respuesta.
Mamá que me lees: Que el amor que sentimos por nuestros hijos no nos detenga. Luchemos para que ellos tengan un mejor futuro que el nuestro. Que puedan salir a la calle sin miedo. Que puedan vivir en completa libertad. Nos toca una tarea dura pero nada es imposible cuando se lucha con amor.
Un abrazo,LezeidarísCompartir