“Hay colores que aparecen en los objetos, y colores que sólo existen en el ojo o la mente”Johann Wolfgang von Goethe. Teoría del Color. 1810
Josef Albers
Siempre recuerdo una reflexión del fotógrafo con mayúsculas que es José Manuel Navia cuando subrayó en una charla en Barcelona, el año pasado, que las imágenes “no nos están esperando y tampoco huyen de nosotros. No, no. Los que se crean eso están muy equivocados. Las fotografías están en nuestra cabeza”.
Nueva York © Navia
La importancia de esta tan lúcida reflexión tiene nombre y apellido: una manera de aprender a ver. Allí, en ese intrincado laberinto cognitivo y lúdico está en juego la educación visual que cada uno posee. Y todo ello puede materializarse en un encuadre fotográfico como la célula de identidad del fotógrafo.Como siempre me interesó el color y como organizarlo dinámicamente en mis composiciones, quiero recomendar encarecidamente un libro de Josef Albers titulado: Interacción del color.Publicado hace más de 50 años, el libro es muy utilizado por escuelas de diseño de todo el mundo: los estudiantes lo tienen como bibliografía recomendada y obligatoria.Para mi este libro escrito con un tono poético sobre el estudio del color no ofrece respuestas concretas. Pero si, algunas aproximaciones que pueden ser útiles para “aprender a ver” los colores.Y el efecto que producen las diferentes combinaciones de colores y ciertas figuras geométricas como el cuadrado que crean “ilusiones ópticas” y causan un efecto muy diferente en quien los observa. La experiencia, según Albers, es crucial en todo ello.Voy a extraer algunas frases del libro que son como perlas para intentar reflexionar: “El color nos está engañando todo el tiempo. Todo el tiempo, al igual que hacen las mujeres, ya ves, la vida es interesante.”
© Ernst Haas
“En mi libro de colores no hay una nueva teoría del color. Pero, en el mismo, hay una manera de aprender a ver”.
© Saúl Leiter
“Cualquier persona que predice el efecto de colores demuestra que no tiene experiencia con el color”.
En síntesis, la propuesta de Albers, repleta de ejercicios para “aprender a observar” demuestra que la percepción del color es relativa pero que puede ser viable para educar “ las fotografía que están en nuestra cabeza”. Hasta pronto!
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