Con la ceguera azul
de los que vuelven de alta mar
llegué a Granada
y la vi transparente
peinada de sueños
en su jardín de noches.
Bebí sus destellos
en las fuentes
y conocí el licuado
sexo de la nieve.
Respiré sus sombras
y llené mis pulmones
para futuras alboradas.
Ahora que mi padre me reclama
con lágrimas de arena
me duele alejarme
de su aroma.
Shakîr Wa’el
Las claras noches de tu piel
oscurecen mis ojos extranjeros
los echaré al agua
como dos peces
para sentir
el aleteo de tus párpados.
Shakîr Wa’el
¿Cómo será el mar sin ti?
¿Se convertirán en arena mis recuerdos?
Me estremezco bajo la lluvia fina del olvido
pero mi embriaguez de ti no la he perdido.
Shakîr Wa’el