En tiempos en los que parece que la ciencia descubre planetas habitables para el hombre o condiciones de subsistencia en otros, Fito irrumpió con un nuevo disco titulado: Canciones para Aliens, integrado por un repertorio que a primera vista parece un delirio cósmico pero que en su totalidad significa un viaje sonoro digno de detenerse a escucharlo.
La idea de Fito fue la de cualquier artista que intenta trascender las fronteras y barreras de este planeta, por lo cual imaginó qué canciones le gustaría que conozcan de los terrícolas los vecinos del espacio sideral, en el caso de existir. Así es como seleccionó los temas que – pensando en él mismo como alienígena- forman el disco heterogéneo, raro y menos ortodoxo de su carrera, auque no por ello menos interesante.
Los temas elegidos para la ocasión fueron Dancing in the Street (aquella pieza de Marvin Gaye que hicieron famosa David Bowie con Mick Jagger), Tango o Promesas de un amor (reversión de un tema de Ryuchi Sakamoto y Taeko Oonuki), el memorable y grabado hasta el hartazgo Ne me Quitte pas de Jacques Brel, una versión con la letra original del Va Pensiero de Verdi (del cual sale airoso, sobre todo por la correcta pronunciación del italiano antiguo el cual supone un enorme desafío de interpretación), el clásico de Queen: Somebody to love (al cual le cambió la letra) y Doblen campanas, un himno en el cancionero de Bob Dylan.
A todos estos temas en español ( con la excepción del Va Pensiero que es en italiano), Fito agregó un homenaje a lo que él cree son las piezas más icónicas de la música hispanoamericana, para la cual eligió Un beso y una flor de Nino Bravo (sin dudas la mejor canción de todo el disco junto a Te recuerdo Amanda de Víctor Jara), Construcción del uruguayo Daniel Viglietti, El breve espacio en el que no está (de Pablo Milanés), Conmigo de Hugo Fattoruso, Rata de dos patas (el clásico mexicano que inmortalizó Paquita la del Barrio), Fiesta de Joan Manuel Serrat y un merecido homenaje a Charly García con una versión del clásico Yo no quiero volverme tan loco.
Todos los temas fueron grabados con el acompañamiento de la Orquesta de Cuerdas Ensamble Estación de Buenos Aires, la cual le da al disco un espíritu muy particular que se devanea entre el estilo clásico de No se si es Baires o Madrid y el slowly desenchufdao de Euforia.
Al terminar de escucharlo me sobrevinieron dos sensaciones: por un lado hubiese escuchar más dúos (solo intervienen Pablo Milanés, León Gieco, Chico Buarque y Juanse) y por el otro, le cuestioné la elección de los temas, ya que en mi caso, hubiese mandado al espacio otras canciones.
En tu caso… ¿Qué canciones les enviarías a los Alienígenas para que escuchen en el espacio?