"Halle la perfección aquí, la he creado... el organismo perfecto."
Segunda entrega de la precuela de Alien, y continuación de los inicios de esta saga; donde además de ver la aparición del Xenomorfo y demás elementos entorno a este brutal ser; vamos haciendo conjeturas sobre el desarrollo de dicha obra, dirigida por el iniciador de la saga Ridley Scott, quien le ha dado una nueva visión y perspectiva a esta creada por O´Banoon/Shusset y máxima del terror espacial y la ciencia ficción. El director inglés, encargado de darle un giro importante al cine de Ciencia Ficción de los años 80, nominado al Oscar en varias ocasiones y una referencia del cine de Acción se ha encargado nuevamente de su mítico Octavo pasajero, sus inicios y explicación del mismo. Scott, que los últimos años ha estado entre la grandeza y el fracaso, entre el cine épico y las historias sencillas, en su intermedio asumió la tarea de darle vida a nuestro xenomorfo "más querido", primero con Prometheus, ligada al mismo universo Alien, pero a la vez independiente en su argumento, y ésta, la segunda parte mucho más cercana a lo que conocimos entre el Octavo Pasajero y sus secuelas.
Con un tono más pesimista, apocalíptico y a la vez religioso, Scott nos deja ver, que le depara a la humanidad y a los ya conocidos personajes como Ripley y demás de la saga, así como a la misma evolución del Alien.
El guión escrito por John Logan y Dante Harper, el primero conocido por sus efectivos y galardonados guiones, y creador de la serie Penny Dreadful, el segundo, un cineasta independiente que debuta en las superporducciones, se reúnen no sólo para construir dicho guión sino para afianzar la historia de Jack Paglen y Michael Green, y porque no decirlo, para asimilar la mirada y visión de Scott; porque Alien/Covenant es un ejercicio de "reivindicación" con el público que pedía más la aparición del xenomorfo en su anterior entrega pero a la vez una construcción narrativa que podría tener a otro monstruo y seguiría siendo efectiva en su género, uno donde los colonizadores terminan siendo colonizados por el mismo ser que han creado, y en este caso no me refiero al Alien.La historia, que se puede resumir en cómo la tripulación de la nave Covenant, una serie de colonos venidos de la Tierra, sufren un accidente, y cambian su destino inicial hacía un planeta extraño, con ciertas coincidencias con la Tierra, pero que será una absoluta pesadilla y descubrirán el destino de la nave Prometeo, y de sí mismos.Con un un guión que se va a soportar en los flashbacks para unirse con su anterior entrega, y un pulso narrativo que se va haciendo más dinámico, desde la mitad de la obra, cuando hace aparición los trilobites (base de los xenomorfos).Con fotografía de Darius Wolski, que ya había trabajado en Prometeo, y en las recientes obras de Scott , así como con Gore Verbinski y el mismo Tim Burton, director de fotografía con experiencia en lo digital y con cierta tendencia a lo "gótico" o sombrío, como lo pudo demostrar con The Crow o Dark City de Proyas; de resto un fotógrafo de buen oficio, que parece consolidado en la Ciencia Ficción. Aún así, visualmente es una obra de gran impacto, que en algunos escenarios y secuencias, deslumbra, pero que tampoco arriesga en su estructura; sin embargo, aunque es marcado el peso de lo digital, triunfa en cierto modo la "visión" de Wolski, que le imprime un oscuro desarrollo.Es innegable que obras como Alien, tienen un punto adicional en la parte sonora, y ante todo en la música, convirtiéndose en soporte narrativo y de los mismos sentimientos de angustia y miedo, como puede establecerse en este tipo de géneros, sin embargo el trabajo de Jed Kurzel, no llega a ser el más acertado, a excepción de las notas que marcan la entrada de los xenomorfos o las escenas más violentas.Eso sí, el mundo visual que creó H.R Giger, no sólo funciona en esta obra, sino como un consolidado del universo Alien; las secuencias de las naves "croissant" como las describe Scott, el interior de la caverna y otros fondos se aúnan de buena manera con la fotografía de Wolski y los efectos digitales. Obviamente, no se puede dejar de lado la labor de Chris Seagars, diseñador de Producción, que sí bien junto a Wolski, no crean una identidad cinematográfica o por lo menos de eso universo Alien, técnicamente generan un trabajo, sobresaliente.
Aunque uno podría asumir que las actuaciones son correctas, quien realmente se lleva el peso de la obra es Fassbender, quitándole protagonismo a Katherine Waterstone, la heroína de la obra; igualmente personajes como Crudup o Demian Bichir, se ven opacados por la sobreactuación o por los personajes anteriormente mencionados; cabe mencionar el papel de Javier Botet, quien emula los movimientos del Xenomorfo, y porque es uno de esos personajes ligados al cine fantástico y terror.En conclusión, una película que peca en su argumento, que cada vez más se nota la falta de creatividad de Scott, y que en definitiva, a pesar de su cuidada realización visual, le falta esa personalidad que tanto le sobraba a esa primera parte de la saga. Recomendable para los seguidores de Alien, más por curiosidad que por la efectividad de la obra.
Zoom in: Existe un cortometraje intermedio entre Prometeo y ésta llamada El cruce.Segunda de las posibles cuatro precuelas Alien.Montaje Paralelo: Alien