"La próxima vez que usted está en el camino y llega a ver a un puesto de barbacoa abierto, asegúrese de lo que usted piensa acerca de esta historia antes de tomar un bocado de ese sándwich. Nunca se sabe a quién se va a estar comiendo."
Esta advertencia presentimiento acerca de la carne de la calle viene de la cinta de la confesión del asesino en serie Joe Metheny, durante la cual admite haber matado a dos mujeres, asar su carne, y darles de comer a los transeúntes en forma de hamburguesas. De repente, McDonalds no parece tan malo.
Todo comenzó cuando la esposa de Metheny lo dejó y se llevó a su hijo con ella.
Seis meses más tarde, se le dijo que su esposa estaba haciendo crack con hombres sin hogar bajo un puente en Baltimore.
Metheny no encontró a su esposa allí, pero eso no le impidió hachar a sus dos amigos sin hogar.
Luego mató a otras tres personas sin hogar mientras trataba de reunir información sobre su esposa. Fue arrestado por dos de los asesinatos, pero fue puesto en libertad por falta de pruebas.
Después de ser liberado, atrajo a dos mujeres a su remolque, las mató y cortó sus cuerpos.
Luego abrió una barbacoa en carretera para vender sándwiches humanos hechos de su carne. "El cuerpo humano tiene un sabor similar a la carne de cerdo", dijo.
Él atrajo a una tercera chica a su remolque cuando se le acabó su"carne especial".
De alguna manera, ésta logró escapar. Ella alertó a las autoridades, y una vez más Metheny fue arrestado.
Joe Metheny fue declarado culpable de los asesinatos, y él también recibió una condena de secuestro de 50 años por la mujer que se escapó. En su confesión, él dice que se arrepiente de no haber matado a su ex esposa. Él entiende que su alboroto comenzó por venganza, pero de acuerdo con el asesino despiadado, "terminó como una pasión por el sabor de la sangre, y la abrumadora sensación de poder que se obtiene al tomar la vida de otro."