- Contiene anticuerpos que pasan de la madre al lactante para ayudarle a combatir las infecciones. al tomar el pecho, el bebé corre menos riesgo de coger catarros, infecciones de oído o alergias como asma o eccemas, y puede beneficiarse de los efectos de una vacuna, ya que si la madre padece resfriados, enfermedades de la piel o diarrea, la madre pasará al bebé por la leche materna los anticuerpos que le ayudan a protegerse de estas afecciones.
- Es un alimento específico cuya energía y componentes nutritivos se hallan en las proporciones adecuadas para cubrir las necesidades, crecientes conforme pasa el tiempo, del lactante.
- La leche de la mujer está a punto en cualquier lugar, la ración siempre es la correcta, se sirve a la temperatura idónea y es fácilmente digerida por el bebé, ya que coagula en grumos finos e iguales que son blandos y se deshacen sin problemas. Además, no se necesita utensilio alguno para que el niño pueda tomar esta leche.
- La composición de la leche materna, variable con el tiempo, se adapta a la evolución de los requerimientos nutritivos del lactante. De esta forma, establece una regulación de su apetito y evita la sobrealimentación que puede inducir a la obesidad infantil.
- Al fluir directamente del pezón a la boca del bebé, está exenta de manipulaciones y libre de la posibilidad de contaminación por los gérmenes ambientales.
- Amamantar al bebé es psicológicamente beneficioso para él, porque aumenta y mejora la relación afectiva madre-hijo.
Además, la lactancia proporciona múltiples ventajas para la madre:
- La lactancia hace que el útero de la madre se contraiga rápidamente y se reduzcan las hemorragias tras el parto.
- Amanantar ayuda a que el útero vuelva a su forma y tamaño original.
- Dar el pecho ayuda a las madres a recuperar el peso previo al embarazo porque la grasa almacenada en el cuerpo durante la gestación se convierte en energía para producir la leche.
- Previene el cáncer de mama.
- Además, la leche materna está siempre disponible y es gratuita.
Como madre, es importante que cuides tu alimentación durante el periodo de lactancia para ofrecer a tu bebé una leche materna de calidad. Algunos consejos prácticos que debes tener en cuenta en cuanto a tu alimentación y tu dieta mientras le des de mamar a tu hijo son:
- En la alimentación durante la lactancia, se recomiendan cuatro o cinco comidas al día, sin olvidar un desayuno completo y un tentempié a media mañana.
- Debes seguir una dieta lo más variada posible, para que resulte completa y equilibrada. Es importante que comas de todo: fruta, verdura, carne, pescado, cereales, pastas, grasas y, sobre todo, mucho líquido.
- Las vitaminas A, D, E C, B1, B2 y ácido fólico se requieren en mayor cantidad. Por ello, además de carnes y lácteos, ricos en vitaminas B1 y B2, es imprescindible consumir verduras y frutas frescas que aportan beta-carotenos, ácido fólico y vitamina C. Se aconseja que una pieza de fruta al menos sea rica en vitaminaC (cítricos, melón, frutas tropicales, fresas). También conviene incluir verduras cocidas en combinación con primeros platos o como guarnición de los segundos, para cubrir el aporte de dichas vitaminas y el de la fibra necesaria para la madre.
- En la cantidad de líquido que debes beber, ten en cuenta que cada vez que des de mamar, tienes que recuperar el líquido perdido, tomando leche, zumo, infusiones, batidos, o simplemente agua.
- Aunque no es necesario que bebas leche para recuperar líquido, sí que es importante que tomes calcio. Los lácteos son la principal fuente de calcio y este mineral es componente indispensable de la leche materna y evita la desmineralización de la madre, se deben tomar al menos 3/4 litros de leche cada día, o bien medio litro de leche y otros lácteos (yogures, cuajadas, quesos poco maduros o fermentados, postres lácteos, purés y cremas elaboradas con leche, queso fresco en ensaladas, bechamel...).
- El único alimento que debes evitar es elalcohol, y moderar el consumo de bebidas excitantes (café, té, refrescos con cafeína), evitar el tabaco y algunos fármacos, ya que sus componentes pasan a la leche. Conviene leer bien los prospectos de las medicinas y consultar con el médico antes de tomarlas.
- La leche materna, por suerte, toma el sabor de lo que comes y por lo tanto siempre es distinta.Existen algunas recomendaciones acerca de alimentos fuertes que pueden proporcionar mal sabor a la leche como ajo, cebolla, rábanos espárragos, alcachofa, col, coliflor, coles de Bruselas, embutidos fuertes y especias en general. Sin embargo, no debes excluir alimentos sin primero comprobar su efecto.
- Además, puedes utilizar la lactancia materna como vía para darle al niño infusiones relajantes (tila) en los días más difíciles o para tratar dolores tipo cólicos (comino o anís estrellado). Sólo hace falta que te lo tomes tú y una parte la recibirá tu hijo.
- Existe la posiblidad de que tu alimentación le pueda provocar dolores de barriga. Si tu bebé surfe de manera esporádica cólicos de barriga, analiza tu alimentación del mismo día y del día anteiror y comprueba si has tomado alimentos flatulentos como legumbres o crucíferas (col, coliflor...). Si es así evítalos hasta los 3 meses de vida de tu bebé, para intentarlo de nuevo.
Siguiendo estos sencillos consejos, te será más fácil recuperar tu forma física tras el embarazo y el parto. Puedes estar segura que en unos 4-5 meses habrás vuelto a tu peso habitual.