En estos lugares la abeja no nos precisa para nada y establece un equilibrio con el medio, adaptándose y variando el comportamiento de uno al variar el otro. Son los errores, o los intereses económicos de los apicultores, los que han llevado a que hoy en día exista la apicultura en zonas y regiones del mundo donde naturalmente la abeja por si sola, jamás hubiera llegado; y aunque así fuera, no subsistiría.
La abeja como parte esencial del ecosistema para muchísimas especies animales y vegetales, ve cada vez más comprometida su existencia al desaparecer sus fuentes de alimentación. Paralelamente, la misma mano del hombre a través de las transformaciones de naturaleza ecológica que produce, día a día limita las fuentes de recursos naturales que favorezcan su dispersión y perpetuidad. El medio ambiente además de ser utilizado en forma irracional y sin pensar en la manutención de ese equilibrio entre las especies que habitamos el planeta, es cada vez más atacado con productos químicos de síntesis que ahorran en el corto plazo mano de obra y disminuyen los costos de producción de alimentos. Esta destrucción de flora nativa, incremento indiscriminado de monocultivos e industrias, uso abusivo de herbicidas y pesticidas en general; es lo que llevará en un futuro muy cercano a pagar costos económicos y ecológicos, muy elevados.Las principales zonas apícolas ya no producen como antes. La apicultura tradicional esta transformándose cada vez más en “trashumante”; obligando al apicultor a tener que analizar e interpretar mejor los distintos ambientes donde lleva sus abejas. Los costos de producción de la apicultura actual hacen que todas estas relaciones y comportamientos deban ser correctamente planificadas y analizadas.
El apicultor debe tener la mayor información posible del comportamiento tanto de la abeja como del medio ambiente y de su interacción; para de esta forma poder tomar las decisiones correctas en los momentos acertados. Todos estos aspectos que hoy hacen peligrar la persistencia de la abeja; son los que harán de la apicultura en general, y de la abeja en particular, elementos cada vez más necesarios e imprescindibles. Hoy existen una cantidad de cultivos comerciales que no se entenderían como tales sin la presencia de abejas. De futuro este hecho se ira agravando y teniendo cada vez más relevancia. Al encarar cualquier actividad agropecuaria en el que se encuentra involucrada la producción animal, resulta de primordial importancia analizar el tema de la alimentación; ya que del resultado o de la solución que encontremos a este tema, dependerá, en gran medida, el éxito o fracaso de nuestro emprendimiento. Es intención en el presente trabajo, analizar los distintos factores que intervienen en la alimentación de las abejas de forma de lograr una correcta y adecuada nutrición de las mismas.En este aspecto, se pretenden describir las distintas relaciones existentes en una explotación apícola y que se vinculan con el tema. Muchos de los efectos de una correcta alimentación y nutrición de las abejas, tienen su explicación en aspectos biológicos y fisiológicos de la abeja; siendo la digestión y asimilación de los alimentos realizada a través de muy complejos mecanismos y estructuras.
El apicultor, en su afán por obtener el máximo de beneficios con el mínimo de gastos, también juega un rol fundamental; y cualquier orientación productiva que yo le de a la colmena (reinas, núcleos, polinización, etc.), estará estrechamente ligada a distintos requisitos alimenticios y nutritivos de la abeja. Existe una relación muy grande entre una correcta nutrición y la sanidad de las colmenas; por lo que, un correcto manejo del tema que nos ocupa, esta llevando a eliminar el uso de antibióticos y otros productos medicamentosos. Las normas internacionales sobre la calidad final de los productos apícolas son cada vez más exigentes; por lo que cualquier manejo que realicemos para disminuir el uso de posibles contaminantes en la colmena será una excelente inversión. La miel y los subproductos apícolas se caracterizan por su naturalidad; tratemos de no perder esa categoría. Hoy existen muchas dietas apícolas que producen “cantidad” de abejas. El desafío a enfrentar es producir abejas de “calidad”.Como se podrá apreciar más adelante, en la abeja melífera se ponen de relieve una combinación de sus características individuales con un comportamiento colectivo de cooperación social de la colonia como un todo, que es difícil de encontrar en el reino animal.Los manejos y paquetes tecnológicos que lleva adelante cada apicultor, - al igual que los recursos alimenticios (naturales y artificiales) y la gestión de su propia explotación -, están sujetos a un constante cambio y revisión; por lo que todo empresario apícola esta obligado a conocer las características y opciones de la alimentación artificial, como una herramienta más de su manejo. El arte de la apicultura es saber combinar a las abejas con un medio ambiente determinado para obtener un determinado producto. El “manejo” que yo haga de esta combinación, es lo que me va a permitir acercarme a obtener el máximo de producción posible. No son pocos los desafíos al encarar el tema Alimentación y Nutrición de las abejas. Se puede decir que recién a mediados de la década de los 80 fue que se empezó a trabajar en el tema; por lo que existe muy poca investigación básica. El funcionamiento de la colonia de abejas es extremadamente complejo existiendo necesidades nutritivas distintas para los distintos individuos, en las distintas etapas de su vida y de acuerdo a los distintos objetivos productivos de mi explotación. Paralelamente la fuerte adaptación de la abeja al polen y al néctar como únicas fuentes de alimentos en la naturaleza genera una interacción del medio ambiente con el estado fisiológico interno de la colonia, muy difícil de manejar. Las investigaciones actuales se orientan a monitorear el nivel de proteína y otros nutrientes del cuerpo de las abejas (tal cual un análisis de sangre o de suelos) que permitan saber como y con que alimentar. Se especula que el gran desafío de la apicultura para este siglo XXI será un correcto manejo de la nutrición y de las feromonas de las abejas.Alimentación y Nutrición: dos conceptos relacionados pero no equivalentes. “Alimentación” y “Nutrición” son dos conceptos relacionados y que muchas veces se utilizan erróneamente.Se considera “alimento” a toda sustancia o mezcla de sustancias que, ingeridas por un individuo, aportan a su organismo los materiales y la energía necesarios para el desarrollo de sus procesos biológicos. Se llama entonces “alimentación”, al conjunto de actividades y procesos mediante los cuales se toma por ingestión de alimentos, una serie de sustancias necesarias para la “nutrición”. Existen muchos alimentos, cada uno compuesto por distintas sustancias; siendo normalmente sólo algunas de ellas, útiles para el metabolismo.“Nutrientes” son, por lo tanto, aquellas sustancias, integrantes de los alimentos, indispensables para el buen funcionamiento del organismo. “Nutrición” es, por ende, el conjunto de procesos mediante los que el cuerpo usa, transforma e incorpora sustancias con tres fines:1. Aportar la energía necesaria para mantener la integridad y el correcto funcionamiento de las estructuras corporales.2. Proporcionar los materiales para la formación de estas estructuras.3. Aportar las sustancias necesarias para regular el metabolismo corporal (conjunto de reacciones físicas y químicas que se producen en las células para obtener energía y sintetizar las sustancias necesarias para su mantenimiento).De lo anterior se desprende que una abeja que obtiene alimentos; bien puede no estar convenientemente nutrida, por no ingerir con su alimento los nutrientes necesarios. En algunas circunstancias, una incorrecta alimentación – por más abundante que sea -, puede alterar severamente la nutrición.VISITA ESTE SITIO. FOMENTA EL CONSUMO DE MIEL Y DIFUNDE LA ACTIVIDAD APÍCOLA.