Alimentación también en vacaciones (II)

Continuamos con el cuidado de la alimentación durante estas fechas ya que es un tema importante para no perder de vista ciertas rutinas que nos hacen sentir bien y que nos proporcionan satisfacción, sobre todo a medio y largo plazo.

Nos centramos ahora en consejos que nos pueden servir una vez nos ponemos a comer, que distribuiremos en dos post:

• No saltarse las comidas. No dejar NINGUNA comida sin hacer. Podemos llevarnos zumos, frutas o alimentos bajos en calorías si prevemos que no vamos a disponer de mucho tiempo para realizar la comida correspondiente. Si por cualquier motivo no podemos hacer las cinco comidas, introduciremos más verdura y fruta en la siguiente comida, ya que producen bastante saciación si tenemos mucho hambre o ansiedad.
• Planificar las comidas a realizar durante la semana. De esta manera podremos prever la cantidad de alimentos ingeridos cada día, teniendo en cuenta la “pirámide de la alimentación”. Con ello evitamos cocinar “lo primero que pille” o el comer cualquier cosa por la prisa que me pueda correr
• Comer en base a un horario coherente. Nuestros horarios pueden variar durante el fin de semana. Sin embargo, del mismo modo que tenemos un horario predeterminado entre diario, estableceremos un horario establecido durante el fin de semana, en el que se incluyan las cinco comidas y en el que la alimentación se realice correctamente.
• Te puedes valer de poner notitas en la despensa o en la nevera que hagan que no comas a deshoras o que te alimentes de manera inadecuada. Estas notas pueden ser del tipo autoinstrucciones (“come fruta”, “lo estás haciendo muy bien”).
• Come en un solo sitio. El que tú elijas. Evita comer por toda la casa. De la misma manera que nos lavamos los dientes, o nos vestimos en un sitio establecido, SÓLO vamos a comer en un determinado sitio. En este caso será…
• Come siempre sentada, utilizando plato y cubiertos. No picaremos de fuentes, ni de cajas de galletas, bolsas de patatas…. Por otro lado, comer de pie o mientras hacemos otras actividades nos es igualmente perjudicial. Además de que no comemos de manera pausada (haciéndolo con mayor ansiedad y sin sensación de bienestar) llegaremos a identificar esto como un hábito inadecuado donde nos acostumbramos a picotear.

El objetivo es crear un hábito adecuado tanto de alimentos como de “rituales” alrededor de los mismos (hora, lugar, duración, forma…).