Los soldados españoles no solo tienen que lidiar a diario con las talibán que les acechan parapetados en las lomas cercanas u ocultos en agujeros infectos sino que además tienen el enemigo en casa. Los militares patrios, destinados en Afganistán, consumían leche caducada… Así lo ha hecho saber el Ministerio de Defensa tras denunciar a la empresa Tecnoucal- suministradora de los alimentos que consumen los militares españoles en las bases de Afganistán y de Líbano.
La empresa adquiría leche caducada y la hacía pasar como fresca manipulando el etiquetado de los productos. El engaño fue descubierto en un control sanitario en la base española de Qala i-Naw. Tras las pruebas presentadas y recogidas en un atestado elaborado el pasado mes de abril por la Guardia Civil un juzgado militar ha decidido abrir diligencias para investigar si hubo irregularidades por parte de la empresa.
Ha transcendido que durante un control para verificar la calidad de los productos alimenticios un sargento observó un gran número de botes de leche con un etiquetado irregular y puso sobre aviso a sus superiores. La investigación reveló que el responsable de la empresa Tecnoucal destinado en Qala i-Naw adquiría lotes de leche caducada y después tapa la fecha de la caducidad real y la sustituía por otra ficticia para ocultar el engaño. La Guardia Civil sólo tuvo que raspar el exterior de los envases para descubrir la fecha real del producto.
Los productos caducados fueron suministrados a los más de 250 militares españoles que estaban destinados en la base de Qala i-Naw y que por aquel entonces formaban parte del contingente español. Los responsables de la empresa han sido denunciados por un delito contra la salud pública y ahora se enfrentan a penas de hasta cuatro años de cárcel, según recoge el código penal: “Al comerciante o distribuidor de alimentos que ofrezca en el mercado productos alimentarios con alteración de los requisitos establecidos en las leyes sobre caducidad, o que trafique con géneros corrompidos, o que oculte efectos destinados a ser inutilizados, para comerciar con ellos”.
La empresa Tecnocual tiene un contrato con el Ministerio de Defensa de España por el que percibe, anualmente, entre 15 y 20 millones de euros por suministrar alimentos a las tropas españolas en el exterior (sobre todo en Afganistán y Líbano). La empresa comenzó a prestar el servicio de catering en 2002 y desde entonces se ha embolsado un total de 120 millones de euros en contratos de alimentación. La empresa, que ya fue investigada por su trabajo en Irak, compraba grandes lotes de alimentos caducados a muy bajo coste y los facturaba al Ministerio de Defensa como productos fresco cambiando, únicamente, la fecha de caducidad del producto.