“A Lot’s Gonna Change” – Weyes Blood
“Aute Cuture” – Rosalía
“Feet” – Fat White Family
“Gone” – TRST
“Norman And Norma” – The Divine Comedy
“Now I’m In It” – Haim
“Loved Up” – Ronika
“Escape From Los Angeles” – Holy Ghost!
“The Girls Are Chewing Gum” – Patience
“The Hatchet Song” – Business Of Dreams
Kiwanuka, Boy Harsher, Jessie Ware, Dido, Richard Hawley, Sharon Van Etten, Angel Olsen, Lust For Youth, etc, etc, etc…
Tendría que estar escribiendo sobre esas canciones, algunas de mis favoritas de este año. Se me amontonan los posts empezados con las mejores intenciones, inacabados por una cosa o por otra, abandonados cuando, derrotado, termino por asumir que poco puedo aportar a lo ya dicho por otros, mucho antes y con mucho mejor criterio… No puedo evitar sentirme un poco culpable, incluso cuando puede que tal vez algún día publique esas entradas pendientes. Porque en el fondo, sé que aún tarde, debería dedicar mi tiempo a esas canciones. No a Zara Larsson. No a “All The Time“.
Pero aquí estoy. Idiotizado por una canción que hemos escuchado ya un millón de veces, bajo otra apariencias, en otras voces (no tan distintas, en realidad), pero la misma puta canción, al fin y al cabo. La que me gustaba de Kate Perry. Aquella tan chula de Taylor Swift. El temazo aquel de Carly Rae Jepsen, o de Ariana Grande, ya ni me acuerdo. Nada nuevo. Sólo es pop.
La presentación, plástica e impoluta, anula cualquier atisbo de criterio. Como una gigantesca hamburguesa sintética, carente por completo de valor nutritivo, diseñada en todos sus aspectos para hacerte salivar, puro fast-food del que necesitas atiborrarte. Eso es “All The Time“, una canción construida en torno a una única idea: la repetición (todo el rato, all the time, hasta el delirio) de ese elástico “from the breaking of the day / ‘til the middle of the night” capaz de hacerte enloquecer. Su responsable es la sueca Zara Larsson; la culpa es de ella, ni siquiera me gusta cómo canta. Pero así funciona el negocio: sabes que no te conviene, y a pesar de ello resulta imposible decir no al irresistible sabor de esos aditivos.
Publicado en: RevelacionesEtiquetado: 2019, Epic, Pop, Zara LarssonEnlace permanenteDeja un comentario