Contrario a la creencia popular no existen colegios en donde se enseñe magia, y por magia no me refiero a los trucos que haría un prestidigitador enfrente de una audiencia, sino más bien a aquellos fenómenos que ocurren por voluntad de una persona sin que haya explicación acorde a las leyes y principios que dictan las diferentes ciencias descubiertas por los seres humanos.
Para ser precisos y sé de lo que hablo, los magos (o brujos/hechiceros/nigromantes) han sido muy pocos a lo largo y ancho de la historia, si acaso han habido menos de diez y la mayoría llegaron antes de que el simio se convirtiera en humano.
Cuando un mago aparece en la Tierra lo hace con cuerpo de adulto y ya viene con todo el conocimiento necesario para instalarse en el seno de cualquier cultura. Tampoco requieren el uso de báculos o varitas de saúco o de alguna otra madera en especial, ni siquiera lucen como viejos de barbas blancas vestidos en sotana. El mago puede ser una maga, pues les es totalmente indiferente las características que nosotros asignamos al sexo de un ser humano, por lo general lucen siempre jóvenes y frescos, vestidos según sea la usanza de la época.
Se conocen entre ellos aunque por lo general prefieren tener poco o ningún trato con algún colega, la mayoría han acumulado cuantiosas fortunas y poder durante siglos de estar entre nosotros y cada uno de ellos sigue su propia agenda, aunque también hay magos que han decidido vivir en lugares apartados como desiertos, selvas, cavernas o entre las ruinas de la Atlántida, indiferentes al acontecer y ambiciones del mundo exterior.
Los que se han rodeado de seres humanos de vez en cuando comparten ciertos conocimientos e incluso pueden escoger a una o dos personas de confianza para iniciarlos en misterios de ocultismo, son pues los escritos de magia, unos textos hechos por gente normal, dirigidos para otros seres humanos, hago énfasis en que un verdadero mago ya sabe todo y si tiene que consultar o registrar "algo" lo hace directamente sobre los libros akáshicos.
Anémona Tamerlan apareció primero en la India, educo al Buda, vivió en la corte de un Sultán, luego en Europa aconsejo a varios Reyes y Príncipes de renombre, vino a América, vivio en México y en Cuba, después de las grandes guerras se fue a vivir a Aragca, en donde rápidamente supo instalarse con una Condesa que decía descender por línea materna de Vil Valier. Allí en la Capital, fundo un orfanato, patrocinado por Industrias Ishii y se le designó como la Unidad 731, se hizo nombrar la Directora General de la Institución, que consistía en una lujosa casa en donde los huérfanos recogidos (que nunca fueron más de 50 al mismo tiempo) no pasaban penurias, tenía cada uno su propia habitación, sabanas limpias, ropa nueva, comida de primera calidad y excelentes maestros y tutores. A diario un batallón de empleados y sirvientes mantenían limpio y ordenado el lugar. Cada niño finalmente terminaba adoptado entre las familias de personas acaudaladas de aquel país. En el orfanato nunca se abusó de ninguna manera a un chiquillo, pues Anémona Tamerlan todo lo vigilaba y ella sabía en quién confiar.
Anémona Tamerlan también ha publicado con nombre propio un par de tesis científicas en las ciencias pediátricas acerca del alma humana la cual ella describe como un grupo de 8 átomos de un gas noble llamado Kripton (Kr) localizados en la mayoría de personas en donde se une el cerebro con el cerebelo. Ella logró demostrar que a cada acción del cuerpo corresponde un movimiento de algún electrón del último orbital en cualquiera de los 8 átomos de ese gas presente en el encéfalo. Su colección de átomos del Kriptón es impresionante, los tiene guardados en tubitos de ensayo, herméticamente cerrados para que nada malo les pase, pues no es tarea fácil ni agradable extraerlos de un espécimen vivo.
La otra tesis es un tratado de como unir el intestino delgado con el esófago sin usar anestesia, pero como no es de mi interés las ciencias gástricas no se describe aqui el contenido de esa investigacion.
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Articulos externos:
La Unidad 731 Registros Akashicos Kripton en el encefaloA proposito del mecanismo de la memoria en las tradiciones populares - PDF por JM Satrustegui