[6/10] La historia se repite y el milagro alemán parece atraer de nuevo a inmigrantes que se acercan atraídos por su salud económica. Ahora, como a mediados del siglo pasado, se precisa mano de obra especializada y donde no llegan italianos o españoles… ahí están los turcos… que viven su particular “sueño alemán”. En “Almanya: Bienvenido a Alemania” seguimos a una familia que emigró en los años sesenta desde Anatolia, y que casi medio siglo después trata de recuperar sus orígenes sin perder el estatus conseguido. En una reunión familiar, el abuelo Hüseyin comunica a todos su deseo de ir juntos de vacaciones a su pueblo, donde ha comprado una casa. Después de vencer algunas resistencias y problemas, se ponen en camino en lo que será un viaje físico y otro interior… a la búsqueda de una identidad difuminada.
La historia de esta gran familia turca nos llega a través de la palabra de Canan, una de las nietas de Hüseyin, que cuenta al pequeño Cenk cómo los abuelos salieron del pueblo y llegaron a Almanya para comenzar una nueva vida. Son tres flash back presentados como cuentos fantásticos que nos trasladan a otra época y mentalidad, que se aprovechan de una comicidad un tanto naïf y del tópico más extendido: alemanes disciplinados, grandes, sucios, “antropófagos” y de vacaciones por Mallorca son descritos por Canan e imaginados por el pequeño, para generar un mundo de contrastes entre religiones, culturas y costumbres… que acaban conviviendo y mezclándose. De hecho, al comienzo vemos a Cenk que vive una crisis de identidad en el colegio y que no sabe si es realmente alemán o turco… porque “uno sólo puede ser de un equipo”. La óptica inocente y desarraigada de esta tercera generación es la más adecuada para contemplar una historia de inculturación y tolerancia, tratada con amabilidad e intención conciliadora, con una gran Alemania que acoge a los inmigrantes hasta reconocerlos como hijos (¿?)… en una acto de la propia Angela Merkel.
En la dirección de Yasemin Samdereli hay una voluntad integradora de la comunidad turca en el pueblo alemán. El sentido cómico-fantástico con que trata algunas situaciones resulta simpático y entrañable, con una actitud de sorpresa y perplejidad continuada tras el aterrizaje en Alemania, en la llamada de trabajadores reproducida por los altavoces y fotos, en ese sueño con la Coca Cola que conquista el mundo, o echando mano de algunas licencias del idioma, de interacciones de personajes del presente en la historia pasada o de repeticiones imaginativas de algunos sucesos. Es un humor ingenuo y sin doblez el que se vive en esas primeras Navidades alemanas, aunque no falta la ironía hacia una sociedad que mira a la píldora anticonceptiva como exponente del estado del bienestar, hacia otra que al fin reconoce en su progreso la causa feminista de las basureras, o hacia el novio inglés que se presenta como paradigma del mayor de los pecados para un turco.
El intento de reunificación familiar alcanza un punto dramático que amenaza el futuro a partir de un brusco giro en plena carretera… pero nunca llega la sangre al río porque el tono es complaciente y positivo, porque se apuesta por la familia unida como lugar para ser mejor persona: “cada uno somos la suma de todo lo que ocurrió antes de nosotros (…) y de lo que vino después con las propias actuaciones” es la reflexión conciliadora con que se trata de resolver la identidad turco-alemana, de respetar la unidad en la diversidad de la propia familia y de la misma sociedad alemana… en un canto a la tolerancia y a la integración. Tras las risas iniciales y el drama posterior, el desenlace llega entre emociones complacientes y tiernas, con un discurso (sic) políticamente correcto y una foto de familia de unos y otros… y de cada uno consigo mismo (ingeniosa y eficaz esa “despedida surrealista”).
El vestuario de época y cultura turca, las imágenes documentales gastadas fotográficamente por el tiempo, un reparto que está a la altura de la historia y una música que acompaña cada tramo de la película hacen el resto en esta amable y costumbrista comedia familiar, en la que un niño aprendió a colocar su origen turco en el mapa alemán.
Calificación: 6/10
&En las imágenes: Fotogramas de “Almanya: Bienvenido a Alemania”, película distribuida en España por Golem © 2011 Beta Cinema, Roxy Film e Infafilm. Todos los derechos reservados.
Publicado el 24 marzo, 2012 | Categoría: 6/10, Alemania, Año 2012, Comedia, Críticas, Drama
Etiquetas: Almanya: Bienvenido a Alemania, familia, inmigración, tolerancia, Yasemin Samdereli