Almería, capital de las tapas

Ya va siendo hora de empezar a relatar mis viajes, empezando hoy por el último que he hecho durante este pasado finde: Almería.

Estuvimos alojados [fui con unos amiwitos a montarnos una pequeña fiesta (para qué engañarnos xD)] en el hotel NH Ciudad de Almería 4*, un buen hotel de nueva construcción situado al lado de la estación de tren, de la estación de autobuses y de la comandancia de la Guardia Civil… está muy bien situado, ya que Almería es una ciudad donde todo lo que merece la pena se encuentra en una extensión bastante reducida de terreno [una gran parte de esta ciudad son barriadas de difícil suerte].

¿Qué ver? poca cosa [seguramente algo me faltó por ver], pero ello no quita que dejen de ser interesantes:

• La Alcazaba y las murallas del cerro de San Cristóbal: Éste es uno de los conjuntos monumentales y arqueológicos musulmanes más importantes de la Península Ibérica, gracias a sus mil años de historia. Precio de la entrada: gratis.
• Cable Inglés:  Es un cargadero de mineral de 1904. Es de estilo ecléctico, caracterizado por las directrices de la escuela de Gustave Eiffel.
• Catedral de la Encarnación: Principalmente se encuentra a medio caballo entre el gótico tardío y el renacimiento. Lo peculiar de esta catedral es que es una de las pocas catedrales-fortaleza de Europa [defensa ante los piratas y los moriscos sublevados], incluyendo ésta una torre del homenaje.
• Las oficinas de turismo: si realmente quieres ver cómo no deben de hacerse las cosas. No puedes pretender vender una ciudad al turismo si: 1. Cierras las oficinas a las 17.00 horas; 2. La gente que allí se encuentra trabajando no desea hacerlo, no son muy cordiales, y prácticamente te dicen “búscate la vida” o “vuelve a casa y deja de incordiarme”.

En cuanto al ambiente nocturno [ni es intenso ni hay gran variedad], sólo hay un pub digno de ser recordado [tampoco estuvimos en muchos]: “DejaVu”. En cuanto a las discotecas, hay una digna de no volver a contar con nuestra presencia: “Mae West” [lo único bueno es el nombre que lleva... lo que allí bebimos no era garrafón, aquello era un suicidio].

¿Lo mejor de Almería? Lo mejor de Almería lo pusimos nosotros

Venga va, lo mejor de Almería es el comer: bueno, bonito y barato. Esta andaluza ciudad cumple con sobresaliente en el díficil arte del tapeo [aquello no eran tapas, aquello eran bandejas], llevándonos con nosotros la magnífica experiencia de degustarlas en la “Tía María”, situada ésta en la zona llamada como “las cuatro calles” [la única zona de esta ciudad que se resiste a morir]. Unos kilitos de más nos hemos traído de recuerdo

Una vez de vuelta nos acercamos al faro del Cabo de Gata, un lugar para contemplar plácidamente…

Cabo de Gata

Durante el viaje de regreso también paramos en Cuevas del Almanzora, un lugar para no volver a cometer tal estupidez… Allí el turista es el forastero que viene a incordiar la paz de estos ciudadanos; allí el turista puede encontrarse intoxicado al comer carne de ¿murciélago?; allí el turista visitará el Castillo del Marqués de los Vélez, el cual está tomado por la policía local [al estilo del sheriff inglés en los condados del medievo].

Y ésto es Almería desde mi punto de vista… otra experiencia, otro seguir viviendo, otro viajar, otro compartir buenos momentos con tu gente.

P.D. Tras muchos viajes, uno se da cuenta de que en Murcia estamos muy mal acostumbrados … acostumbrados a ser personas abiertas, a ser extrovertidas, amenas, divertidas, joviales, comunicativas… algo que no parece ser común en el resto de este sur mediterráneo [hablando en términos generales], y menos aún en el resto de la geografía peninsular… Los tópicos mueren, la verdad permanece…

No cambien de blog, mañana más

“Normalmente evito la tentación, a menos que no pueda resistirla” Mae West.