Almeyda, el encargado de llevar a River de nuevo a Primera

Almeyda le pone nuevamente punto final a su carrera como jugador, esta vez de manera definitiva, para no volver pero para seguir llevando el rumbo de River desde el banco. Técnico recibido desde hace rato, no es la primera vez que al Pelado le ofrecieron tomar las riendas. Ya se lo habían propuesto tras la salida de Cappa, pero quería seguir exprimiendo su etapa como jugador. En su momento pronunció que iba a jugar “hasta que las piernas digan basta”. Parece que el momento llegó y tendrá la responsabilidad de dirigir a parte de sus ex compañeros -se viene un éxodo en el equipo-, ser el técnico de la refundación, navegar en las desconocidas aguas de la B Nacional y volver a poner a River en Primera.

Desde hace rato que el equipo había dejado de confiar en las decisiones estrambóticas de JJ López y se había encomendado más que nada al liderazgo del capitán. Hasta el propio Jota Jota tomó más que nunca la palabra del Pelado, quien habría tenido participación en la conformación del equipo que perdió en Córdoba. Almeyda siempre estuvo atento a todos los detalles, cumpliendo su rol de capitán, líder y hasta casi el de dirigente. Hablaba con los juveniles, les pegaba algunos retos y los aconsejaba, tal como reconoció Lamela; les alcanzó algún libro para explotar el potencial y aumentar su confianza; fue el abanderado de trasladar los reclamos de sus compañeros a la dirigencia; y puso su predio de Benavídez a disposición para los entrenamientos de los miércoles. “Conozco la situación en la que está el club, no iba a ponerme a pelear por la parte económica. Que el club arregle otras situaciones, yo puedo esperar. Prefiero que cobren otros muchachos que lo necesitan más”, aseguró en algún momento. Su compromiso es inmenso, inigualable, aunque algunos lo tilden de vendehumo.

Su amor es tal que, esta vez, en el momento más dramático de la historia, aceptó ponerse el buzo. Lo que tal vez Almeyda no mida, en su incondicional amor, es que Passarella intenta utilizarlo como pararrayos en esta crítica coyuntura. Su elección como DT suena más a demagogia, a movida para utilizar como blindaje el cariño y respeto de la gente por el máximo ídolo presente que tiene la gente en este momento. Es una apuesta, porque el Pelado hará su primera experiencia como entrenador. Y lo hará en una división que tiene sus grandes diferencias con la Primera. ¿Es necesario ser un experto en la B Nacional? Seguramente correrán con más ventaja quienes ya conocen el estilo y características de la categoría -Caruso Lombardi ya se estaba autopostulando-, pero, por ejemplo, Cagna debutó como técnico en Tigre, en B Nacional, y lo ascendió inmediatamente.

Es una incógnita el estilo de entrenador que será. Cuando estaba Cappa, aseguró estar de acuerdo con su mensaje futbolístico. Después, con JJ López, también se encolumnó tras su estilo, bien antagónico al de su antecesor. El mejor técnico que tuvo, según él, fue Marcelo Bielsa, pero también citó entre sus maestros al sueco Eriksson: “No es de trabajar mucho pero es un gran motivador y nos matábamos por lo que hacía”. Tal vez haya una pista sobre su filosofía: “Veo al Barcelona y los jugadores se divierten; hay que lograr eso. Passarella y el Tolo tenian una frase: `Lo mas dificil del fútbol es jugar fácil´”.